Según las cuentas remitidas hoy a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la facturación creció el 62 por ciento, hasta 211 millones de euros, mientras que el resultado bruto de explotación o Ebitda fue negativo, al registrar unas pérdidas de 26 millones, el 2 por ciento menos que un año antes.
El crecimiento de los ingresos fue posible por la entrega de 213 viviendas por valor de 205 millones, a pesar de la crisis económica e inmobiliaria y de la situación concursal de la compañía.
Asimismo, la compañía prevendió 211 unidades (tanto vivienda como suelo) por importe de 200 millones de euros, más del doble de lo conseguido un año antes.
Ni el negocio hotelero ni el industrial registraron actividad alguna durante el primer trimestre.
Martinsa-Fadesa dispone de una cartera de suelo de 21,6 millones de metros cuadrados potencialmente edificables, de los que el 40 por ciento es suelo finalista, obra en curso y patrimonio.
La deuda del grupo se situó al cierre del trimestre en 6.973 millones frente a los 6.973 millones con los que cerró el ejercicio 2008.