Como en todos los años, las fiestas del Primero de Mayo en Sao Paulo se caracterizaron más por su espíritu festivo y musical que por ser palco para pronunciamientos políticos o de defensa de las campañas sindicales.
En este año en particular pocos políticos se atrevieron a pronunciar discursos durante los intervalos de la presentación de grupos musicales debido a que la imagen de los parlamentarios se encuentra en su peor nivel, como consecuencia de la serie de escándalos que ha protagonizado el Parlamento en los últimos días.
La fiesta que más trabajadores atrajo (cerca de 1,5 millones) fue la organizada por la Fuerza Sindical, la segunda mayor central obrera del país, que, además de los grupos musicales que invitó para la celebración, rifo veinte automóviles entre los asistentes.
La misma fiesta contó el año pasado con la participación de cerca de 1,2 millones de personas.
Las fiestas organizadas por la Central Única de los Trabajadores (CUT, mayor central del país) y por la Unión General de los Trabajadores (UGT) atrajeron unos 100.000 y 200.000 participantes respectivamente.
La Fuerza Sindical, que realizó su fiesta en la plaza del Campo de Bagatelle y tenía previsto extenderla hasta las 18.00 hora local (21.00 GMT), dijo que durante todo el día asistieron a su conmemoración cerca de un millón de personas.
La conmemoración de la Fuerza Sindical, que contó con la participación del ministro de Trabajo, Carlos Lupi, fue animada por el sacerdote y cantante Marcelo Rossi, uno de los artistas con más discos vendidos en el país, y por populares agrupaciones como KLB y cantantes de música romántica como Daniel.
En un corto pronunciamiento en esta conmemoración, Lupi dijo que los trabajadores no pueden pagar la culpa por una crisis originada en Estados Unidos y les pidió rechazar acuerdos que los puedan perjudicar como los de reducción salarial propuesto por algunos empresarios.
Lupi admitió que Brasil perdió miles de empleos como consecuencia de la crisis económica global, pero agregó que esa tendencia comenzó a cambiar en abril, cuando el número de contrataciones supuestamente superó el de despidos.
Entre los pocos políticos que asistieron al evento destacaron el senador socialista Eduardo Suplicy, el diputado comunista Aldo Rebelo y el diputado socialista y ex candidato presidencial Ciro Gomes.
A la fiesta de la CUT, un sindicato vinculado al oficialista Partido de los Trabajadores (PT), asistió el presidente de esta formación, diputado Ricardo Berzoini, quien defendió las medidas que viene adoptando el Gobierno para garantizar los puestos de trabajo en medio de la crisis.
Las conmemoraciones con presentaciones artísticas y actividades para entretener a las familias se extendieron por todo Brasil.
En Río de Janeiro la fiesta, concentrada en el parque de la Quinta de Boa Vista, contó con presentaciones de grupos de samba y con puestos del Ministerio de Trabajo para personas interesadas en gestionar documentos o consultar posibilidades de empleo.