En concreto, Moody's destaca que la propuesta recoge que las nuevas fundaciones bancarias que surgirán como consecuencia de la reestructuración bancaria y de la nueva Ley de Cajas tendrán que crear un fondo de reserva de capital para emergencias de hasta el 3,75% de los activos ponderados por riegos del banco.
Además, también subraya que los reguladores parecen tener como objetivo forzar a las fundaciones bancarias a llevar a cabo desinversiones para reducir su participación en la entidad de crédito por debajo del 50%, al eximir a las entidades que cumplan esta condición de la dotación de un fondo de reserva.
"Convertirse en una entidad cotizada daría a los bancos acceso a los mercados de capital y permitiría también a sus accionistas beneficiarse de la disciplina y el escrutinio del mercado", remarca.
Asimismo, Moody's subraya que dado el estatus legal de las fundaciones bancarias, están en una peor posición que los accionistas públicos para apoyar las entidades bancarias, desventaja que se mitiga con el requisito del fondo de reserva.
La agencia apunta que esta nueva regulación es la última modificación del marco legal para las cajas de ahorros que el Gobierno inició en 2010 para mejorar su gobernanza y su estructura financiera tras los déficits revelados por la crisis bancaria.