Así lo explicó el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado a la prensa, después de que el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, entregara hoy el informe anual sobre el Fondo de Reserva al presidente del Congreso, José Bono.
Granado, que cuantificó entre 1.100 y 1.300 millones la morosidad de las empresas, precisó que la política de mayor flexibilidad hace que las empresas que tendrían dificultades de liquidez para pagar las cotizaciones ahora resuelvan por la vía de aplazamientos lo que en circunstancias extremas les llevaría al impago.
El secretario de Estado afirmó que en la crisis actual funciona "una cultura diferente" a la de otras situaciones semejantes, como las de los años 70 ó 90, cuando muchas empresas lo primero que dejaban de pagar eran las cotizaciones "y ahora lo último que se deja de pagar son las cuotas a la Seguridad Social".
Granado recordó que en la mesa de Diálogo Social se está negociando la propuesta del Gobierno para que se puedan ampliar los aplazamientos y retrasar hasta el final de ejercicio las aportaciones al Fondo de Reserva de la Seguridad Social.
Este fondo, conocida como la "hucha de las pensiones" alcanzó los 57.223,17 millones de euros en 2008, lo que supuso un incremento del 25,17 por ciento, hasta representar el 5,21 por ciento del PIB.
El importe del fondo invertido en activos financieros públicos asciende a 57.158,22 millones de euros: el 56,38 por ciento está en deuda española y el 43,62 por ciento en extranjera (Alemania, Países Bajos y Francia).
Además, el Fondo de Prevención y Rehabilitación, al que se destina el 80 por ciento de los excedentes de las mutuas, alcanzó los 3.180,51 millones de euros.
Corbacho afirmó que el sistema de pensiones está "plenamente garantizado" y que la crisis no afectará "de ninguna manera" a los "elementos básicos" que definen el conjunto del sistema de la Seguridad Social.
No obstante, consideró necesario impulsar "trabajos de reflexión" en el ámbito del Pacto de Toledo, a corto pero, sobre todo, a largo plazo.
Al respecto, Granado dijo que en 2009 el superávit será de entre 3.000 y 4.000 millones "más los rendimientos del Fondo de Reserva".
Señaló que el superávit de la Seguridad Social supondrá el 0,8 por ciento del PIB, aunque no descartó una reducción, que podría ser de entre el 0,6 y el 0,7 por ciento.
En cuanto al superávit del total del sistema (que incluye a las mutuas, los servicios de empleo y el FOGASA) lo situó entre el 0,3 y el 0,4 por ciento.
Preguntado por la posibilidad de lograr mayor rentabilidad al fondo, Corbacho precisó que cualquier modificación en su gestión, "así como cualquier otra materia de orden profundo de la Seguridad Social", debe hacerse en el ámbito del Pacto de Toledo.
En este sentido, pidió a los responsables políticos una "cierta contención de análisis" además de que tengan predisposición y capacidad de propuesta.
El ministro afirmó que el principio que debe prevalecer en el fondo de las pensiones es la seguridad, por encima de la rentabilidad, pero eso, dijo, "no está reñido" con que una buena gestión le pueda sacar el máximo de rentabilidad posible para mejorar el propio fondo.
Por su parte, Granado subrayó que la deuda española es la más segura y por ello el Gobierno tiene una "preferencia absoluta", que se mantendrá en 2009.
Explicó que España compró deuda extranjera en un momento en que el Estado emitía poca y que si el Fondo de Reserva hubiese comprado solo la española "cegaría" el mercado a otros inversores, pero que en el contexto actual es diferente.
Además añadió que el Tesoro emitirá mucha deuda en 2009 y que la alemana y la francesa "se convierte en cara y con poca rentabilidad".