La multinacional explicó que sus ventas sufrieron un impacto negativo del 7,5% por el cambio de divisas y del 0,1% por las adquisiciones. De este modo, el crecimiento orgánico de Nestlé fue del 4,5%, con un avance del 2,3 en el crecimiento interno y del 2,2% en los precios.
Entre las distintas áreas geográficas en las que está presente la compañía, las ventas en términos orgánicos aumentaron un 5,1% en Americas, un 1,4% en Europa y un 6,5% en Asia, Oceanía y África. Asimismo, en los países desarrollados crecieron cinco décimas y en los mercados emergentes un 9,5%.
En Europa Occidental, Nestlé destacó que el crecimiento se vio impulsado por sus ventas en España y Portugal, Francia, Austria y Países Bajos, que compensaron la mayor debilidad en Alemania, Italia y Reino Unido.
El consejero delegado de la empresa, Paul Bulcke, remarcó que en un entorno "comercial volátil a nivel global donde no hay vientos de cola", la compañía ha logrado un buen crecimiento de amplias bases. "Además de centrarnos en cumplir con el día a día, hemos tomado decisiones para rehacer y fortalecer nuestro negocio para el mañana", añadió.