Para la AEC, esta medida supone un "importante revés" para el conjunto de las empresas españolas, especialmente para aquellas cuyo principal activo son los empleados cualificados, donde este tipo de retribución flexible "está más extendida", como sucede en las empresas de consultoría.
El presidente de esta organización, Manuel Pimentel, ha denunciado que las nuevas condiciones de cotización, vigentes desde el pasado 22 de diciembre, "suponen un cambio de las reglas del juego a mitad de partido, sin haber establecido un consenso con los actores implicados".
"Estas medidas y el procedimiento empleado para aprobarlas, lejos de mejorar la empleabilidad y favorecer la contratación estable, como asegura el Gobierno, causan inseguridad y comprometen la capacidad de generar empleo cualificado y estable, uno de los principales de objetivos del sector", ha advertido.
Pimentel ha señalado además que, como consecuencia de esta medida, las empresas tendrán que asumir un "inesperado e importante esfuerzo económico" que afectará su planificación y "perjudicará significativamente" la competitividad del sector.