"No puedo pagar la hipoteca y criar a mi hija"

CRISTINA GONZÁLEZ SÁNCHEZ 24/04/2009 11:35

Daria trabajaba en una tienda de zapatos que cerró por la omnipresente crisis. Ahora, no tiene para pagar la hipoteca de 1.300 euros y lleva dos años intentado vender el piso que compró cuando nadie presagiaba esta 'Gran Recesión'. Esta mujer polaca de 29 años, afincada en Alcalá de Henares desde hace once, y su marido son un ejemplo del millón de familias que tienen a todos sus miembros inscritos en el INEM.

Ella fue despedida hace un mes y cobra 360 euros de paro. Él es víctima de un ERE que le obliga a estar parado cinco días a la semana. Por los dos días que acude a trabajar cobra 600 euros. La oficina del paro le debe cuatro meses, según explican. Daria se embarcó en la compra de su vivienda cuatro años atrás. "Ahora tengo claro que quiero vivir toda la vida de alquiler. Hace dos años que tenemos en venta la casa y nadie ha venido a verla. Me arrepiento mucho".

"De hipoteca nos cobran lo que hay en la cuenta". Han intentado renegociar la hipoteca con el banco pero ninguna de las soluciones que les ofrecen llega a convencerles. Si aplazan el pago durante dos años, los 180.000 euros que les quedan se convertirán en 220.000 y no están dispuestos a pagar ese precio. A estos gastos hay que sumar la guardería de su hija de dos años, el agua, la luz, la gasolina" Tienen que hacer frente a todo con poco más de 1.000 euros al mes.

La geografía de la crisis ha dejado un panorama desolador en más de un millón de hogares que tienen a todos sus miembros en paro, según los datos hechos públicos por el INE. En el último año los hogares con todos sus miembros en paro se han incrementado en 555.800, un 108,4% más.

José es otro de los españoles a los que no les cuadran las cuentas por la paro. Este joven de 21 años vive en Granada con su madre y su hermana, ambas en situación de desempleo. Entre los tres no consiguen reunir el dinero suficiente para pagar la hipoteca y buscan desesperadamente un empleo que les ayude a saldar sus deudas y a llegar a fin de mes. "Veo muy negro el futuro porque no me llaman de ningún trabajo. Envío mi curriculum a todo tipo de ofertas por toda España sin resultado", explica.

Durante el último año, los miembros de esta familia han ido perdiendo su empleo en el sector de la hostelería, uno de los más castigados. La madre de José es la única que recibe la prestación por desempleo a día de hoy. José nunca imagino que su situación llegaría a estos límites. Tenían su propio negocio pero la recesión les obligó a cerrarlo y trabajar por cuenta ajena en los restaurantes de otros. Ahora, el paro se ha cebado con ellos. Para ésta y un millón de familias más, el paro se ha convertido en su peor enemigo. Daría y José no vislumbran el fin de una crisis que se ha ensañado con los más débiles.