Saab se declara insolvente y confirma la grave crisis de General Motors

EFE 20/02/2009 08:28

El consejo de control de Saab, empresa fabricante de automóviles de gama alta, anunció su práctica quiebra tras una reunión a primera hora de la mañana, aunque comunicó que continuará con la producción en su planta de Trollhättan, al sur del país y cerca de Gotemburgo.

Poco después de la declaración pública de insolvencia por parte de Saab, General Motors anunciaba mediante un comunicado desde Detroit que daba vía libre al fabricante sueco para buscar un futuro independiente.

Saab presentó hoy concretamente ante un tribunal sueco una solicitud de reestructuración y de protección ante sus acreedores ante la falta de fondos para hacer frente a sus demandas.

"Hemos estudiado todas las opciones posibles y seguiremos haciendo todo lo necesario para garantizar la financiación o incluso vender Saab", señaló en un comunicado el director gerente de Saab, Jan-Ake Jonsson.

Jonsson añadió que "hemos decidido que la reorganización es la mejor vía para crear una unidad independiente, atractiva para posibles inversores".

Los medios de comunicación suecos coinciden en comentar hoy en ese sentido que la supervivencia de Saab podría estar ligada a una alianza con el fabricante Opel, igualmente filial de General Motors y con problemas financieros que amenazan su futuro.

En venta desde 2008 y deficitaria desde hace años, la firma Saab pasará a partir de ahora a ser gestionada por un administrador de insolvencias elegido por un tribunal.

El nuevo responsable de la empresa se encargará de supervisar su reestructuración, que será financiada con fondos públicos y privados.

La dirección de Saab subrayó que es intención de la empresa mantener en Suecia las áreas de diseño e ingeniería, así como la fabricación de los vehículos.

Fuentes de Saab señalaron que la supervivencia del segundo fabricante sueco de automóviles tras Volvo podría estar en su unión al fabricante alemán Opel, filial igualmente de General Motor y también en situación crítica.

El Gobierno de Suecia reiteró esta semana su rechazo a la nacionalización del fabricante de automóviles Saab para evitar su quiebra, pese al riesgo de desaparición de la histórica marca, que busca comprador desde hace un año.

La ministra sueca de Industria, Maud Olofsson, señaló que su Gobierno estaría dispuesto a avalar un eventual crédito del Banco Europeo de Inversiones para intentar salvar a Saab, pero descartó la compra del fabricante sueco u otro tipo de ayudas reclamadas también por General Motors.

"El Gobierno ha cerrado la puerta a la posibilidad de adquirir fábricas de automóviles. No es nuestro plan ni nuestra estrategia de negocio, y creemos que no sería una alternativa realista", declaró la ministra.

Además, la titular sueca de Industria afirmó que se siente "muy decepcionada" con GM y criticó duramente la manera como el mayor grupo mundial de automoción pretende deshacerse de Saab después de dos décadas como propietario mayoritario.

"No han tomado ninguna responsabilidad como dueños de Saab y ahora pretenden trasladar esa responsabilidad a los contribuyentes suecos", declaró Olofsson.

Saab, que el pasado año produjo unos 94.000 vehículos, da empleo a unos 4.100 trabajadores en Suecia, la gran mayoría en la fábrica de Trollhättan, al suroeste del país.

Saab vendió el año pasado en torno a los 93.000 vehículos, lo que significó una baja del 25%.