Sacyr descarta problemas para atender a su deuda por la reducción del dividendo de Repsol

EUROPA PRESS 25/02/2016 11:00

Sacyr descarta que la reducción del dividendo anunciado por su participada Repsol suponga problema alguno para atender al pago de los intereses de la deuda que tiene asociada a su participación en la petrolera.

La constructora podrá seguir cubriendo todo el coste financiero que genera este pasivo con el dividendo que recibe de Repsol, que además le dará margen para amortizar parte del préstamo.

El coste de la deuda vinculada a la petrolera es "muy inferior" al importe total de unos 94 millones de euros que Sacyr prevé cobrar este año por el dividendo de Repsol, según explicaron a Europa Press en fuentes del grupo que preside Manuel Manrique.

Sacyr puede asumir el efecto de un recorte de dividendo de Repsol gracias a que el pasado año amortizó 600 millones de la deuda que tiene vinculada a su inversión en la compañía con los fondos que recibió de la venta de su filial de patrimonio Testa a la socimi Merlín.

Este pago anticipado le permitió reducir el principal del préstamo en un 26%, hasta situarlo en unos 1.650 millones de euros.

Sacyr, segundo accionista de Repsol con un 8,73% de su capital, siempre cobra en efectivo el dividendo que la petrolera abona mediante el sistema de 'scrip dividend', dado que destina esta retribución a atender el servicio de la deuda vinculada a esta participación.

37 MILLONES DE COMPLEMENTARIO.

La constructora ya cobró 57 millones de euros el pasado mes de enero por el dividendo que la petrolera abonó a cuenta de los resultados, a los que sumará unos 37 millones por la retribución complementaria de 0,30 euros que pagará el grupo presidido por Antonio Brufau.

El total de unos 94 millones que cobrará este año de Repsol será suficiente para atender el coste de la deuda y, además amortizar parte del principal, según subraya Sacyr.

La compañía tiene además un acuerdo para vender a Merlín el 22% que aún le queda en Testa antes del cierre del próximo mes de junio y podría destinar a realizar una nueva amortización de deuda los fondos que obtenga de la operación, si bien aún no ha decidido su destino.

En este sentido, fuentes del mercado apuntan que Sacyr podrá amortizar el impacto en sus cuentas de la pérdida con que Repsol ha cerrado 2015 gracias a las plusvalías contabilizadas con la primera parte de la venta de Testa realizada el pasado año. No obstante, la constructora realizará con toda probabilidad un nuevo ajuste en el valor contable de su inversión en la petrolera.