"En nuestra opinión, la constante tasa de crecimiento mediocre de Finlandia refleja profundos desequilibrios estructurales demográficos y económicos que dañan los esfuerzos del Gobierno para lograr la consolidación fiscal", explica.
Así, destaca que la contracción del 1,4% de la economía finlandesa en 2013 es mayor que las cinco décimas que preveía en octubre, por lo que ha reducido su previsión de crecimiento medio para el periodo comprendido entre 2014 y 2016 desde el 1,4% al 1%.
Además, el país sigue siendo vulnerable a cualquier ralentización de la actividad en la eurozona u otro socios comerciales importantes, como Rusia.
En este sentido, la agencia considera que estos aspectos suponen "riesgos a la baja" tanto para el crecimiento como para la implementación de las medidas, por lo que ha decidido cambiar la perspectiva del rating a 'negativa'.
Esto indica que existe al menos un 33% de probabilidades de una rebaja del rating de un escalón en los próximos dos años si no surgen señales claras de que las tendencias económicas y fiscales negativas de Finlandia revierten.
Por el contrario, la agencia explica que podría cambiar la perspectiva a 'estable' si observa "evidencias convincentes" de que la competitividad y el crecimiento económico vuelven a la economía finlandesa.