La calificadora de riesgos destaca que esta decisión refleja su opinión de que, de cara al próximo año, los riesgos para el proceso de consolidación "han disminuido".
Asimismo, S&P prevé que, a partir de 2015, la economía griega emergerá de siete años de contracción y que la esperada recuperación del PIB permitirá al país operar superávits primarios del 2% del PIB durante 2014-2017, por debajo del objetivo del Gobierno del 4,5%.
En concreto, la calificadora de riesgos espera que la economía de Grecia se contraiga un 0,2% este año, aunque en 2015 crecerá un 1,9% y un 2,3% en 2016, mientras que en 2017 alcanzará una expansión del 2,7%.
Por otro lado, la agencia considera que el Fondo de Estabilidad Financiera de Grecia cuenta con fondos suficientes para hacer frente a cualquier eventual necesidad de recapitalizar algún banco.
En cuanto a la perspectiva estable asignada al rating griego, S&P destaca que equilibra los progresos del país en la consolidación fiscal y la todavía débil recuperación, junto a la resolución política para continuar con las reformas estructurales e institucionales.