S&P mantiene la calificación de la deuda chilena en el nivel más alto de Latinoamérica

EFE 11/03/2009 17:56

"Chile siempre ha gozado de una posición privilegiada, entre otros factores, por su prudencia y unidad a la hora de crear en época de vacas gordas un colchón muy útil para cuando llegan las vacas flacas", explicó a Efe el analista Joydeep Mukherji.

Las calificaciones de Chile, que superan a las de cualquier otro país de Latinoamérica, "están respaldadas por su disciplinado manejo fiscal, que ayuda a ganar estabilidad y previsibilidad económica", añadió el analista.

Según S&P, el crecimiento de la economía chilena podría ser inferior al 1% este año y los precios del cobre se mantendrán bajos, lo que puede derivar en un déficit de la cuenta corriente del 4% del Producto Interior Bruto (PIB).

Aun así, los analistas de la agencia creen que "tal escenario no debería generar tensiones macroeconómicas, dada la disponibilidad de reservas fiscales y flexibilidad externa de Chile".

Por ese motivo, S&P ha decidido mantener en A+/A-1 la valoración que da a la deuda soberana en moneda extranjera y en AA/A-1+ a la que está en moneda local, al tiempo que anticipa que estos niveles tenderán a mantenerse estables.

"Empezamos la calificación de Chile en agosto de 1992, con BBB, que ya está en grado de inversión, y paulatinamente ha ido subiendo hasta AAA en diciembre de 2007", recordó Mukherji.

En su opinión, "Chile además tiene un perfil mejor que otros países con la misma calificación, porque el nivel de endeudamiento neto del sector público es casi cero".

"El Gobierno central, por ejemplo, acabó 2008 con el 14% del PIB en activos gracias a su política contracíclica, por la que desde hace años acumula recursos en fondos de estabilización que luego le permiten mantener sus calificaciones en momentos como este de crisis internacional", relató el analista.

Esa política "prudente" es difícil de conseguir porque requiere un amplio consenso que, según Muhkerji, pocos países tienen.

En Chile "hay poca división interna entre partidos para diseñar la política macroeconómica y existe gran respeto a la independencia de los objetivos del Banco Central", comentó el experto.

"A ello se suma que tiene tratados de libre comercio con países que representan más del 80% de la economía mundial, por lo que tiene acceso garantizado al mercado mundial", apuntó.

Para S&P, sus "sólidas instituciones públicas y la transparencia de políticas fiscales y monetarias son un buen augurio para la continuidad tras las elecciones de finales de 2009".

Entre las debilidades macroeconómicas del país, la firma asegura que "la dependencia del sector privado de la financiación externa sigue siendo una fuente de vulnerabilidad durante la crisis".

Calcula que las empresas de Chile tendrán una deuda externa neta superior al 40% de los ingresos de la cuenta corriente en 2009.

Entre sus fortalezas, destaca la "amplia flexibilidad fiscal, monetaria y externa, que pueden amortiguar el impacto de la desaceleración económica mundial, lo que permitiría que el Gobierno siga con sus políticas moderadamente contracíclicas mientras mantiene la confianza de los inversores".

En el largo plazo, la agencia cree que un crecimiento continuado del PIB y de la inversión en capital humano e infraestructuras aumentará gradualmente los ingresos y diversificará la economía chilena.

Con ello reduciría su vulnerabilidad ante bajadas de precios de materias primas, lo que "junto con una prudente política fiscal y monetaria podría derivar en un alza de sus clasificaciones".