"Interpretamos la decisión de Grecia de celebrar un referéndum sobre las propuestas de los acreedores oficiales como una nueva indicación de que el Gobierno de --Alexis-- Tsipras de priorizar las políticas domésticas sobre la estabilidad económica y financiera, los pagos de deuda comercial y la pertenencia a la eurozona", asegura.
En este sentido, S&P destaca que, dado que el Gobierno parece dispuesto a aceptar las consecuencias de la ausencia de un acuerdo en el sector bancario y la economía, existe una probabilidad del 50% de que Grecia salga de la eurozona.
Así, añade que si esto ocurre, Grecia perdería de forma permanente el acceso a la financiación del Banco Central Europeo (BCE), lo que, en su opinión, crearía un grave problema de divisas para el sector público y privado que limitaría importaciones claves, como las de petróleo.
En este contexto, la agencia de calificación cree que, ante la ausencia de previsión de cambios favorables en las circunstancias de Grecia, un impago de la deuda comercial es "inevitable en los próximos seis meses".
Respecto a la perspectiva 'negativa', la agencia explica que esto significa que podría rebajar el rating a 'Default selectivo' en los próximos seis meses en caso de un canje obligatorio o un impago de la deuda comercial, incluidas las letras del Tesoro.