La operadora de telecomunicaciones italiana Telecom Italia, participada por Telefónica registró en el primer semestre de 2011 unas pérdidas de 2.013 millones de euros, lo que contrasta con los 1.211 millones de euros que ganó en el mismo periodo de 2010, según informó la compañía, que achaca los 'números rojos' a la depreciación de los activos realizada por valor de 3.182 millones de euros.
Asimismo, las ventas de la operadora italiana aumentaron un 10% en los seis primeros meses del año, desde los 13.223 millones de euros hasta los 14.543 millones de euros.
En concreto, los ingresos en el mercado nacional --que representa un 64,3% de las ventas-- descendieron un 7,3%, hasta los 9.356 millones de euros, mientras que las ventas en Brasil --que suponen un 24,1% del total de la facturación-- crecieron un 21,7%, hasta los 3.499 millones de euros. Por su parte, la nueva división de Argentina ingresó 1.511 millones de euros, un 10,4% del total.
La compañía registró un beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 5.977 millones de euros, un 4,3% más, mientras que el beneficio neto de explotación (Ebit) registró pérdidas de 51 millones de euros, frente a los beneficios de 2.881 millones de euros del mismo periodo del año anterior.
El consejero delegado de Telecom Italia, Franco Bernabè, destacó que en un clima macroeconómico y financiero "cada vez más complejo" el grupo ha registrado una sólida generación de efectivo en parte mediante una mejorada eficiencia, principalmente en el mercado doméstico, y señaló que los resultados una vez más confirman la validez de su estrategia de reforzar sus negocios en América Latina
Asimismo, subrayó que el incremento del 10% de los ingresos se vio impulsado por su desempeño a nivel internacional y por la recuperada competitividad y valorización del negocio doméstico, al mismo tiempo que confirmó los objetivos financieros para el conjunto del ejercicio y la política de remuneración a sus accionistas.
La compañía explica además que la valoración de la depreciación de los activos de la empresa en 3.182 millones de euros se basó principalmente en el deterioro de los mercados financieros en términos de tendencias en las tasas de interés y recalca que no tendrá consecuencias financieras ni impactará en su plan de reducción de deuda ni en la distribución de dividendos.