Con esta nueva subasta, la última del mes, el Tesoro quiere aprovechar la estabilidad en los mercados para seguir con su programa de financiación a medio y largo plazo, en un momento en el que la prima de riesgo se ha estabilizado en el entorno de los 200 puntos básicos y cuando la deuda española parece haber despertado nuevamente el interés de los inversores extranjeros.
Así, el pasado miércoles el Tesoro cerró con un rotundo éxito la emisión sindicada de un bono a diez años al colocar entre los inversores 10.000 millones de euros de los casi 40.000 millones solicitados por parte de las más de 450 cuentas inversoras, el máximo de la historia de las referencias sindicadas.
La participación de inversores no residentes alcanzó el 60% de la sindicación. Dentro de este porcentaje, los inversores de fuera de la zona euro tuvieron mayor participación y destacaron, sobre todo, los del Reino Unido e Irlanda, con un 29% del total; Estados Unidos, con un 8%; y los países escandinavos, con un 6%. Dentro de la zona euro, los inversores de Francia se hicieron con un 5% y de Alemania, con un 4%.
A lo largo de este mes, el Tesoro ha realizado tres subastas más, de bonos y obligaciones y de letras a 6 y 12 meses. En esta última, realizada el pasado martes, el organismo público colocó 3.960,33 millones de euros, ofreciendo a los inversores intereses más bajos que en la última ocasión (10 de diciembre).
En febrero volverá a retomar las subastas, con una nueva emisión el día 6 de bonos y obligaciones del Estado, referencias que también subastará el día 20. Por su parte, el día 18 emitirá letras a 6 y 12 meses y, al igual que en enero, cerrará el mes con una subasta de letras a 3 y 9 meses.