Estas medidas forman parte de un plan para reducir las pérdidas operativas, que ascendieron a 58,6 millones de libras (74,8 millones de euros) en su último año contable (que finalizó en marzo), e incluirán una restructuración de las partes menos rentables de la compañía.
La empresa espera que esta reducción se haga mediante bajas voluntarias, unos 100 puestos en el área de redacción y otros 150 en los departamentos comerciales, financiero y de recursos humanos.
En un correo electrónico remitido a los trabajadores, la directora, Katharine Viner, y el director ejecutivo, David Pemsel, han señalado que el "entorno volátil" de medios los medios de comunicación hace necesario urgentemente "una acción radical".
"Nuestro plan de acción tiene un objetivo: asegurar la integridad periodística y la independencia financiera de Guardian en el futuro", subraya en su mensaje, en el que afirman que solo se plantearían despidos obligatorios "si fuera necesario".
En total el Grupo Guardian cuenta con 1.960 empleados y ha experimentado un aumento de 479 trabajadores desde los últimos recortes llevados a cabo en 2012.
Por otra parte, un portavoz de la compañía dijo que no hay planes para cerrar Observer.