La aerolínea australiana Virgin Australia registró en su ejercicio fiscal, que finalizó el pasado 30 de junio, unas pérdidas antes de impuestos de 67 millones de dólares australianos (48 millones de euros), frente a beneficios de 22 millones de dólares australianos (15,9 millones de euros) en el año anterior.
La aerolínea ingresó 3.271 millones de dólares australianos (2.378 millones de euros), lo que supone un aumento del 9,6% con respecto del mismo periodo del ejercicio anterior.
Virgin Australia registró unas pérdidas operativas de 18 millones de dólares australianos (13 millones de euros), frente a beneficios de 78 millones de dólares australianos (56,7 millones de euros) en el año precedente.
Las pérdidas anuales obedecen a cargas por valor de 36 millones de dólares australianos (26,1 millones de euros) por los efectos de la apreciación del dólar. La compañía explica además las pérdidas ocasionadas por desastres naturales en mercados clave, como ciclones en Queensland, terremotos en Christchurch y las erupciones de volcanes en Chile e Indonesia.
Todo esto coincidió con un repunte en los precios del crudo que impactó directamente en los costes operativos y que se recuperó parcialmente con recargos por combustible y políticas más activas de coberturas.
En cuanto a las previsiones del grupo, Virgin Australia prevé una mejora de su negocio en el ejercicio fiscal 2012 a pesar de la incertidumbre del entorno económico, con buenos resultados en julio y un rebote de los mercados corporativos, según destacó el consejero delegado del grupo, John Borgghetti.