Calor irremediable: ¿por qué sudamos después de ducharnos?

eltiempohoy.es 17/08/2017 18:04

No, no solo te pasa a ti y no tienes por qué avergonzarte. En verano, es muy habitual sudar. Se trata de uno de los principales mecanismos de regulación de nuestra temperatura corporal. La dermatóloga Cristina Núñez, del Hospital La Milagrosa, dice que: "nuestro cuerpo intenta regular su temperatura mediante la sudoración para mantener la superficie corporal mojada".

Para contrarrestar la sequedad de la piel y liberar calor se protege con esta secreción, pero ¿por qué seguimos sudando si ya estamos fresquitos? Por la temperatura a la que ponemos el agua de la ducha: "venimos de mucho calor y nos pide agua fría y eso no nos ayuda. La piel se enfriará produciendo el efecto contrario al que queremos como un mecanismo de defensa del organismo para así intentar mantener la temperatura", explica la dermatóloga.

Si se pone muy caliente el cuerpo expulsa más calor en forma de sudor para intentar estabilizarse y, si la ducha está muy fría, el cuerpo intenta guardar calor para no pasar frío. ¿Qué se debe hacer entonces?

Agua, ambiente y cuerpo: controla el termostato de las tres

"Lo ideal sería ducharse con agua tibia", comenta Cristina Núñez. No obstante, todo depende de la temperatura de tu cuerpo y de la que haga en el ambiente: "Si estamos sudando excesivamente porque es verano y nos duchamos con agua templada o caliente, lógicamente, seguiremos sudando porque no dejamos regular a nuestro cuerpo la temperatura", reconoce la doctora Núñez.

Para contrarrestarlo, una opción es pasar más tiempo bajo la alcachofa de la ducha: "si estás sudando mucho, alargar el tiempo de la ducha deja mucho más tiempo a nuestro cuerpo para que se climatice. Eso sí, siempre con el agua a una temperatura media", recomienda la dermatóloga.

Les pasa a unos más que a otros

"Todo viene determinado genéticamente", reconoce Cristina Núñez. Hay personas que sudan con más facilidad que otras. En cualquier caso, hay otras que pueden mejorar su sistema de autorregulación térmica con sus hábitos y rutinas: "una buena nutrición y entrenamiento eficaz logran que todos los sistemas de control de la temperatura funcionen más eficazmente", aconseja la doctora Núñez.