Cuidado al probarte el bikini: estos son los peligros contagiosos a los que te expones

Elsa Alonso 06/06/2017 16:02

El Tiempo Hoy ha preguntado a expertos en microbiología acerca de cuáles y cuántos 'bichitos' pueden estar acechando escondidos en los bañadores del probador y si deben ser motivo de alerta. Cualquiera que se lo plantee puede pensar de entrada que ninguna persona es capaz de quitarse su ropa interior para ponerse un bikini 'a pelo'. Sin embargo, es sorprendente conocer los datos del estudio de Phillip Tierno, doctor de la Universidad de Nueva York: muchas de las mujeres que participaron en el experimento reconocieron haberse quitado su propia ropa para "ver el efecto". Al analizar los bañadores (aparentemente sin estrenar) se encontraron numerosas bacterias de la piel, del tracto fecal y respiratorio y organismos vaginales.

"Valorar la peligrosidad de estos casos depende de diversos factores: lo nuevo que sea el tejido, lo desaseado que esté el que se lo haya probado y la cantidad de personas que se lo hayan puesto antes", explica Climent Casals, consultor de Microbiología del Hospital Clinic de Barcelona.

Teniendo en cuenta esto, el doctor Casals asegura que los microorganismos de la ropa no son infecciosos salvo que se vea a simple vista sucia: "La cantidad de secreción microorganismos tendría que ser cuantiosa para contraer algo infeccioso. Lo único que puede pasar, y no tendría consecuencias clínicas, es que cogiese los microorganismos de los demás, aumentando la variedad de los tuyos, sobre todo los de la piel que fluctúan más".

No obstante, la situación se puede complicar dependiendo de las bacterias y microbios que haya. En la ropa interior femenina, el riesgo es mayor porque la uretra es más corta. María Francisca Colom Valiente, del grupo de Docencia y Difusión de la Microbiología, de la Sociedad Española de Microbiología (SEM), explica que "es posible adquirir una infección genital o urinaria".

La tira de plástico no es un escudo de hierro

Parece que la banda famosa que se pega en el forro de los bañadores y bragas del bikini puede con todo, y lo cierto es que mucha gente se abraza a esta idea como si fuese su salvación 'anti microbio'. Climent Casals asegura que "una banda de protección es siempre mejor porque los microorganismos no tienden a colonizar el plástico. Necesitan alimentarse y tener una temperatura determinada para sobrevivir y eso no lo encuentran en el plástico. Eso sí, pueden estar y colonizarnos igual".

Y tanto que están. Desde el SEM, Colom Valiente detalla: "La tira de plástico en todo caso salva al propio bañador o bikini, no a nosotros. Lo que hace es evitar que los abundantes microorganismos de la zona genital-anal de cualquier mujer, pasen al tejido de la braguita, donde quedarán adheridos y no se podrán eliminar sin lavar la prenda".

De hecho, "en el mejor de los casos, si todas las personas que se han probado la prenda están absolutamente sanas y se han lavado la zona genital recientemente, la tira estará llena de bacterias y levaduras igualmente. Me refiero a microorganismos que viven de forma fisiológica en la vulva, los labios, la vagina y el ano. Pero además, la tira quedará impregnada de secreciones mucosas propias de la zona, restos fecales y quizá de orina. Con estos elementos los microorganismos pueden nutrirse y proliferar en la superficie de la tira de plástico, que después de unas horas estará altamente contaminada. Es parecido a chupar un plástico que han ido chupando otras personas antes. Además hay que añadir que es posible que alguna de las usuarias tenga una infección genital o urinaria o digestiva, con lo que puede haber dejado una carga microbiana especial en el plástico protector", agrega detalladamente María Francisca Colom.

En cualquier caso, se aconseja rigurosamente no probarse ninguna prenda íntima que no lleve esta tira de plástico porque "protege la prenda de que queden microorganismos adheridos e infiltrados en el tejido, y, sin ella, es difícil saber si alguien se ha probado antes el bañador sin protección. Con la tira, las secreciones le hacen cambiar el brillo, pudiendo exigir que pongan una nueva antes de probártela", según Colom Valiente. Además, si terminas comprando el bañador, tienes cierta seguridad de que te llevas una prenda cuyo tejido ha estado protegido de la exposición a microorganismos que pueden suponer un riesgo de infección genital. Quitas la tira y, con ella, los posibles contaminantes.

Entonces, ¿quá hay que hacer? Consejos de experto

Tanto Climent Casals como desde el SEM, recomiendan a todas las personas que "no se quiten la ropa interior cuando vayan a probarse bañadores y, ante la duda, pedir a los dependientes que desechen la tira de plástico una vez que haya sido usada la prenda por otra persona".

Lo ideal sería que la tienda facilitase una banda nueva cada vez que alguien va a probarse la prenda y la desecharan al salir, pero aun así, no te arriesgues y mantente alejado de los microbios ajenos. ¡A disfrutar el verano sin riesgos innecesarios!