El término era desconocido hasta ahora, pero puede que en los próximos años (con el cambio climático) lo escuchemos más de una vez. Los meteorólogos han llamado 'Efecto Lucifer' a esta sucesión de olas de calor descontroladas que se han prolongado durante varias semanas y que han provocado microexplosiones térmicas de hasta ocho grados en pocos minutos.
Europa está asfixiada
No han sido un junio y un julio cualesquiera. El mercurio de los termómetros durante la canícula, la época de más calor, han ascendido notablemente provocando situaciones insólitas en algunos países europeos. Mientras en Francia las calles se llenaban de turistas buscando fuentes públicas donde mojarse la nuca, en Italia, los ríos se secaban casi por completo y los campos de alrededor ardían consecuencia de los 38 grados permanentes. Las llamas, de hecho, han costado más de 850 millones de euros en productos agrícolas perdidos.
Todavía menos acostumbrados a este calor están los de Serbia, que han tomado medidas para salvaguardar la vida de los animales callejeros poniendo recipientes de agua en las puertas de los edificios en los parques. Y no solo eso: el Ministerio de Salud de Belgrado ha aconsejado a la población que usen el aire acondicionado o que pongan toallas mojadas en puertas y ventanas, además de evitar el ejercicio físico y el alcohol en estos días. Según fuentes de El Comercio de Perú, al sur del país se han reblandecido los rieles del tren y el transporte público ha quedado suspendido.
En el norte, el panorama térmico tampoco ha sido alentador: en Polonia, las autoridades han comunicado un colapso del suministro eléctrico. ¿La causa? Millones de aparatos de aire acondicionado conectados a la vez. El récord de consumo se ha producido a principios de agosto con 23,82 GW.
¿Y en España?
Hace tiempo que en la Península Ibérica no se disfruta de un entretiempo, ni de un verano poco caluroso: según los últimos datos registrados en la AEMET, el año pasado fue "el sexto más cálido desde el comienzo de la serie en 1965 y el quinto más cálido de lo que llevamos de siglo XXI".
*Gráfica: Serie de temperaturas medias anuales sobre España desde 1965/ Fuente: AEMET
Pero este año el nivel del mercurio ha superado récords 'luciferianos': se puede observar cómo el mes de junio de 2017 ha experimentado una oscilación térmica diurna superior a lo normal en 0,9ºC, de forma que, mientras que la media de las temperaturas máximas diarias superó en 3,4ºC el valor normal, la media de las mínimas lo hacía sólo en 2,6ºC respecto a las del año pasado.
*Mapa: Anomalías de la temperatura de junio 2017/ Fuente: AEMET
En lo que llevamos de agosto, la mitad del territorio español se ha encontrado en alerta por ola de calor, y en Córdoba se han alcanzado máximas de 45ºC. No obstante, no es nada comparado con lo que sufrieron a mediados de julio: ¡se registraron 47,2ºC!
Donde más se nota Lucifer es en el Mediterráneo
La temperatura marina está dando problemas en el ecosistema: se mantiene en los 29ºC, y esto significa que supera la media. En el Mar Menor, por ejemplo, el agua está aún más cálida (unos 31ºC), y esto podría acabar con las mejorías que se han producido en estos meses en los índices de transparencia, turbiedad, clorofila y oxígeno, según el Pacto por el Mar Menor.