Esfuerzos y sinsabores en Sevilla

INFORMATIVOS TELECINCO/MUNDOTORO 20/04/2009 19:53

Rafaelillo por ejemplo expuso sin cuentos con el lote más duro, conformado con un astado de muchas complicaciones, el primero, que repuso sin terminar de pasar por el derecho y se defendió con mal estilo por el izquierdo mientras que con el cuarto, toro tardo que siempre se quiso quitar los engaños de la cara, pasó un trago en chiqueros al no pasar el toro en la portagayola para después pasaportarlo con solvencia y seguridad.

Pudo pasear una oreja del quinto el sevillano Vilches, que reapareció ocho meses después del gravísimo percance en Cenicientos. Sorteó el de Utrera el animal más factible, que humilló en el capote y se desplazó con mayor transmisión y mejor son en la muleta, lo que aprovechó el torero en un torero inicio por alto antes de dibujar media docena de muletazos con compostura y plasticidad, pero en la suerte suprema la espada hizo guardia y se esfumó el premio.

Antes, no pudo lucir con el segundo, un ejemplar deslucido que nunca humilló. Joselillo se mostró sincero con el tercero un animal que pronto se vino abajo y al que el torero de Pucela lidió y estoqueó con mucha determinación. El sexto se movió pero a su embestida le faltó profundidad y emoción para que el hacer del torero terminase de interesar al público.

Plaza de La Maestranza. Cuarta de la feria de Abril. Media plaza. Toros de Conde de la Maza, desiguales de anatomía, astifinos, y de comportamiento duro y correoso en general. El quinto tuvo mejor son. En el arrastre recibieron respectivamente pitos, silencio, silencio, pitos, silencio y silencio. Rafaelillo, ovación en su lote; Luis Vilches, silencio tras aviso y ovación; Joselillo, ovación y silencio tras aviso. AC