Aguirre y Gallardón llevan su guerra a los actos de homenaje a la Constitución

ÍÑIGO URQUÍA 04/12/2009 12:09

Más de cinco kilómetros plagados de semáforos y coches separan la Puerta del Sol y Moratalaz. Media hora y vehículos oficiales a toda pastilla, cada minuto es importante si se quiere celebrar el 31 cumpleaños de la Carta Magna este mismo viernes y en Madrid. Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de la capital, siguen a la gresca, y sus invitados pueden dar fe de ello.

Aunque el Día de la Constitución se celebra en toda España el próximo domingo, 6 de diciembre, para los mandamases madrileños la fiesta tenía que ser este mismo viernes, en sitios diferentes y con escasos minutos de diferencia.

El alcalde tuvo -incluso- que retrasar ayer mismo media hora su fiesta (de las 11 a las 11.30), para poder acudir al acto de la Real Casa de Correos. Gallardón llegó a Sol a las 10.30 pero no pudo entretenerse.

Ciudadanos libres y un madroño

Aguirre ha señalado en su homenaje que los padres del texto "hicieron suya la invitación de la Corona y tuvieron la grandeza de espíritu de ceder muchas de sus pretensiones para encontrar el acuerdo más amplio posible".

"El 6 de diciembre de 1978, con nuestro voto en aquel referéndum refrendamos la Constitución. Con ella, reafirmamos nuestra condición de hombres y mujeres libres e iguales y nuestra condición de titulares y dueños de la soberanía nacional", ha insistido la presidenta madrileña.

Tras el besamanos con Aguirre, salió raudo con dirección a Moratalaz. Y es que a las 11.30 empezaba el homenaje del alcalde, en el que se plantará un madroño y se descubrirá una placa para inaugurar los nuevos Jardines de la Constitución Española. Además, varios niños de Primaria leerán artículos de la Carta Magna.

Varios precedentes

No es la primera vez en que se producen enredos entre las agendas de Alcaldía y Presidencia de Madrid. Ambas instituciones madrileñas se enfrentaron de forma agria por los festejos del bicentenario del 2 de mayo.

Asimismo, la tradición del alcalde es organizar una lectura de artículos de la Carta Magna que solía coincidir con la recepción de Aguirre, aunque ambos actos tenían lugar en el centro de Madrid, por lo que las protestas nunca subieron de tono.

En esta ocasión, la solución de urgencia de Gallardón alivió a los invitados a ambos 'saraos'. Cierre en falso a la batalla de las agendas. Y hasta la próxima.