El abatimiento y el cansancio hacen mella en los familiares de los 36 tripulantes del atunero vasco "Alakrana", que este lunes cumple un mes secuestrado por piratas somalíes en aguas del índico.
El secuestro de este pesquero es el segundo de un barco español después del sufrido por el atunero "Playa de Bakio" el 20 de abril de 2008, que concluyó seis días después con la liberación de los ocupantes.
Cada día que pasa sus familiares se muestran más preocupados y la semana pasada cientos de personas se concentraron en Baiona (Pontevedra) y Bermeo para pedir a las autoridades que actúen para lograr la liberación de los tripulantes.
La hermana del patrón del "Alakrana", Carmen Blach, ha mostrado el abatimiento y el cansancio de los familiares después de treinta largos días de espera y ha asegurado que no tiene detalles sobre la marcha de las negociaciones con los corsarios.
Entretanto, fuentes cercanas a la negociación han informado de que los tripulantes se encuentran bien y las gestiones para lograr la liberación del barco avanzaban "a buen ritmo".
Mayor o menor de edad
El mismo día del secuestro, el Gobierno constituyó la Comisión de Coordinación del Gobierno para la liberación, al tiempo que sobre el teatro de operaciones se situaba la fragata "Canarias", que detuvo a dos de los secuestradores. La Fiscalía solicitó su ingreso en prisión, tras acusarlos de 36 delitos de detención ilegal y uno de robo con violencia y uso de armas
Con la llegada de los dos piratas a Madrid, el 12 de octubre, comenzaron los problemas con uno de ellos. Primero el juez Santiago Pedraz lo deja en libertad al haberse comprobado que tiene 17 años.
Después una nueva prueba médica determinó que el joven tenía una edad superior a 18 años. El Juez Central de Menores, José Luis Castro, devolvió la causa al juez Pedraz, y al día siguiente, éste se inhibe al tener dudas de que el pirata sea mayor de edad y devuelve la causa al Juzgado Central de Menores.
El último episodio se da el pasado 28 octubre, cuando la sala de lo penal de la Audiencia solicita que se practique al joven somalí Abdu Willy, una nueva prueba médica de la clavícula, para determinar su edad.
Así, este lunes el pleno de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional decide si el joven somalí "Abdu Willy"debe ser enjuiciado como menor o como adulto.
Según publica el diario El Mundo, dicha prueba ha determinado que el detenido es mayor de edad al haberse comprobado que tiene 19 años y ocho meses. EPF