En los comicios, unos 5,7 millones de marfileños estaban registrados para poder ejercer su derecho al voto en uno de los 20.000 colegios electorales y elegir entre el ex presidente Laurent Gbagbo, que obtuvo un 38 por ciento de los votos en la primera vuelta, y el ex primer ministro Alassane Ouattara, que se hizo con un 32 por ciento.
Aunque durante la campaña electoral de produjeron diversos incidentes violentos que dejaron un total de cinco muertos y decenas de heridos, en la jornada de hoy reinó la tranquilidad y tan sólo se registraron sucesos de poca importancia, como el retraso en la apertura de algunos colegios electorales.
Ante el temor de que se produjeran enfrentamientos entre seguidores de los dos candidatos a la Presidencia, ayer las autoridades marfileñas anunciaron en un comunicado televisado que se impondría un toque de queda en el país desde anoche y hasta el próximo miércoles, cuando se tiene previsto el anuncio de los resultados.
Para mejorar la organización de la primera vuelta de los comicios, el actual Primer Ministro, Guillaume Soro, anunció durante una conferencia de prensa ayer que se han tomado varias medidas correctivas para mejorar el proceso de votación, la fluidez del recuento y la rapidez en la publicación de los resultados.
Aplazadas seis veces desde 2005, las elecciones pretenden poner fin a ocho años de una crisis político-militar que ha mantenido divido el país entre el norte, en manos de la rebelión, y el sur controlado por las fuerzas gubernamentales.