Imbroda ha dicho a los periodistas que es fundamental que las dos ciudades vayan de la mano para alcanzar ese objetivo que ambas vienen persiguiendo desde hace años y que traería consigo una mejora de las cotas de autogobierno, lo que implicaría, entre otros asuntos, la posibilidad de gestionar las competencias de Urbanismo.
El presidente melillense ha valorado que Ceuta haya rectificado y siga teniendo en su horizonte el recuperar la gestión de la planificación urbanística, una materia que les fue retirada a las dos ciudades en 1999 durante la época del GIL.
Imbroda ha reconocido que le sorprendió el anuncio del consejero de Fomento ceutí, donde hablaba de la renuncia de Ceuta a seguir reclamando las competencias de Urbanismo, cuestión que ya ha sido corregida por el Gobierno de esa ciudad.
Ha recordado que el pueblo ceutí siempre ha sido "muy autonomista", incluso más que el melillense, por lo que ha considerado que no tenía sentido renunciar a la que es una de las competencias "esenciales" de autogobierno.
"Comprendí que se habían equivocado y que un desliz lo puede tener cualquiera", ha manifestado la primera autoridad melillense, quien ha precisado que es "bueno" que se haya rectificado.
Sobre la propuesta ceutí de pedir una ley específica para Ceuta y Melilla sobre Urbanismo, el mandatario autonómico no lo ha creído conveniente y ha optado por conseguir un nuevo Estatuto para que el Estado no se olvide de las ciudades a la hora de legislar, al ser una autonomía como otra cualquiera.
Ante estas circunstancias, ha considerado que hay que acabar con cualquier tipo de duda y para ello la opción más factible es la conversión en comunidad.
Según Imbroda, lo único que se pretende es que Ceuta y Melilla tengan el mismo autogobierno que la media nacional y ha precisado que no se pretende en ningún momento que "esto sea Cataluña".