El grapo Martín Ponce acusa a Silva Sande de matar a dos vigilantes en 2000

INFORMATIVOS TELECINCO / AGENCIAS 18/01/2010 16:46

Durante el juicio que comenzó a celebrarse este lunes en la Audiencia Nacional y en el que la Fiscalía solicita entre 12 y 155 años de prisión para siete miembros de los GRAPO (Fernando Silva Sande, Israel Torralba, Mónica Refojos, Esther González, Marcos Martín Ponce, el líder histórico de la organización, Manuel Pérez Martínez, 'camarada Arenas', y el jefe del aparato de falsificación de la banda, José Luis Elipe), Martín Ponce aseguró que el ex responsable militar Silva Sanade creía que era un "cowboy".

"Le gustaba mucho tirar de las escopetas recortadas y agujerear a los guardias de seguridad", aseguró en respuesta a las preguntas efectuadas por la fiscal Ana Noé. "Si le hubieran dejado hubiera acabado con el tercero de ellos", añadió.

El asalto, hace diez años

Los hechos se produjeron a las 7.45 horas del citado día cuando los terroristas, dirigidos según el Ministerio Público por Silva Sande, colocaron cuatro cargas explosivas al paso de un furgón de la empresa Prosegur que circulaba por la Carretera Provincial en dirección a la Gran Vía de Vigo trasladando fondos a la sede del Banco de España en Pontevedra.

Tras la parada del furgón blindado, los acusados abrieron fuego contra los guardias jurados Gonzalo Torres Lage y Jesús Sobral Otero, que murieron en el acto, y Manuel Espada Pérez, que resultó gravemente herido. Además, sufrieron lesiones otras tres personas que se encontraban en ese momento en el lugar de la explosión.

En su huída, los acusados abandonaron las tres bolsas de dinero que habían logrado extraer del furgón, ya que contenían moneda fraccionaria, así como tres artefactos explosivos. El atentado fue reivindicado por los GRAPO mediante un comunicado que remitieron a varios medios de comunicación de Vigo.

La gota que "colmó el vaso"

Según indicó Martín Ponce, la acción de Silva Sande "colmó el vaso" de la paciencia de los GRAPO y desembocó en su expulsión del grupo terrorista. "Se le aparta por la masacre que llevó a cabo", dijo y agregó que su expulsión "le vino bien" ya que "a la gente como él se la ejecuta directamente".

Según el acusado, la motivación del ex grapo para proponer las muertes de los guardias de seguridad y llevarlas a cabo era "escalar posiciones en la organización". Por esto --añadió-- nos dijo "que había que matarlos para que no dieran problemas".

Por su parte Silva Sande negó la autoría de las muertes y apuntó al 'Camarada Arenas' como responsable último de los asesinatos. Reconoció, no obstante que como miembro de la "comisión política" de los GRAPO conocía que la acción iba a realizarse-.

Otro de los acusados, Israel Torralba asumió ante el tribunal presidido por el juez Alfonso Guevara la autoría intelectual del robo al furgón. "Yo lo preparé y presenté a un grupo de responsables", dijo, a pesar de que se negó a revelar los nombres de los miembros del comando operativo porque no es "un chivato".

El GRAPO que violaba a las terroristas

No obstante, parece haber otra razón para que Silva Sande fuera expulsado de la organización terrorista: este ex dirigente de los GRAPO fue acusado a mediados de 2000 de violar a una compañera de la organización e intentarlo con otras terroristas.

Fueron los miembros del Grapo Mónica Refojos y Marcos Martín Ponce los que relataron durante un juicio de la Audiencia Nacional cómo la

dirección de la banda decidió expulsar a Silva Sande, también acusado en la causa, tras las denuncias de varias terroristas. Martín Ponce explicó ante el tribunal que el proceder de Silva Sande consistía en extorsionar a las compañeras de la organización para obtener favores sexuales amenazándolas con expulsarlas de la banda y prometiéndoles ascensos si accedían a sus peticiones.

El caso más grave se produjo a principios del año 2000, cuando una de las terroristas tuvo que abortar tras ser violada por el que fuera máximo jefe militar de la banda y miembro del denominado "Comando

central" de la organización.