La OTAN inicia en Georgia la fase terrestre de las maniobras rechazadas por Rusia

AGENCIA EFE 20/05/2009 16:32

"Para que la situación se parezca lo más posible a la realidad, en los ejercicios participarán representantes de la Cruz Roja y de ACNUR", dijo a Efe Luis Aparicio, jefe de la oficina de prensa aliada, en la base militar georgiana de Vaziani.

La fase terrestre de las maniobras aliadas "Cooperative Longbow 09/Cooperative Lancer 09" consiste en un simulacro de defensa frente a un ataque terrorista que se prolongará hasta el 1 de junio y en el que participarán medio millar de soldados.

Además de nueve aliados, entre ellos España, en los ejercicios toman parte cinco países integrantes del programa Asociación para la Paz de la OTAN que intentan elevar su grado de complementación a nivel de brigadas multinacionales en situaciones de crisis.

Paradójicamente, la base de Vaziani acogió tropas rusas hasta el año 2000, cuando éstas tuvieron que regresar a su país después de que Rusia se comprometiera a ello en la cumbre de la OSCE en Estambul (1999).

Rusia considera estas maniobras una "provocación", pese a que en ellas no se utiliza armamento pesado, se celebran a nivel de estados mayores y el teatro de operaciones se limita al polígono militar de Vaziani, ubicado cerca de Tiflis a más de 100 kilómetros de la frontera con la separatista de Osetia del Sur.

"Hemos invitado a representantes rusos, pero optaron por no venir. Están en su derecho", dijo a Efe Giovanni Savarese, el brigadier general italiano que dirige las maniobras sobre el terreno.

La OTAN decidió hace más de un año efectuar el simulacro de una operación militar en territorio georgiano bajo el mando del jefe del cuartel general aliado en Madrid, teniente general Cayetano Miró Valls.

Con todo, el Kremlin considera que los ejercicios son "un directo estímulo moral al agresor", Georgia, en la guerra con Rusia por el control de Osetia del Sur.

Moscú considera que Tiflis mantiene sus planes revanchistas y de rearme, y se comporta de manera provocadora al concentrar tropas y armamento pesado en las fronteras con las separatistas de Abjasia y Osetia del Sur, cuya independencia fue reconocida por el Kremlin en septiembre pasado.

El presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, llegó a calificar de "miope" y peligrosa la decisión de la OTAN y advirtió de que dificultaría la reanudación del diálogo entre Rusia y la Alianza, congelado tras la guerra de agosto pasado.

En la misma línea, Osetia del Sur denunció que los ejercicios suponen una "abierta demostración" de apoyo por parte de la OTAN a la "máquina de guerra" georgiana.

Al respecto, Georgia mantiene que las maniobras son fundamentales para la coordinación entre las Fuerzas Armadas de los países aliados y los de otros países con tropas desplegadas en zonas de conflicto, como Irak.

"Estas maniobras son extremadamente importantes para las Fuerzas Armadas de Georgia dentro de sus aspiraciones de ingresar en la OTAN", precisó a Efe el coronel Nugzar Tsintsadze, subjefe del departamento georgiano del Estado Mayor Unificado.

El oficial georgiano añadió que Georgia "participa junto a los aliados en misiones de pacificación en Irak y Kosovo, y pronto enviará soldados a Afganistán".

En una nueva muestra de lealtad a Estados Unidos, Tiflis enviará en la segunda mitad de este año un destacamento de 170 efectivos a Afganistán, donde se integrarán en el contingente francés.

Las presiones rusas no impidieron la celebración de las maniobras aliadas, pero provocaron la renuncia de países como Serbia, Kazajistán, Armenia o Moldavia.

En un intento de aplacar el enfado ruso, el secretario general de la Alianza, Jaap de Hoop Scheffer, ha criticado al presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili, por hablar de "maniobras de la OTAN" y precisó que son "unos ejercicios conjuntos de países aliados y de sus socios que Georgia recibe en su territorio".

La primera fase de las maniobras, un simulacro virtual de misión humanitaria bajo mandato de Naciones Unidas, en el que participaron 650 soldados, comenzó el 6 de mayo y concluyó la víspera.

Durante las dos semanas de maniobras por ordenador, los guionistas del simulacro añadieron diariamente nuevas dificultades y desafíos para complicar la labor de los 5.000 soldados aliados ficticios, desplegados en una isla imaginaria bajo mandato de la ONU.