Obama, tétrico en el ámbito económico y optimista en el internacional

EFE 10/02/2009 02:14

El gobernante se sometió durante una hora y en horario de máxima audiencia a las preguntas de los periodistas, que variaron desde las posibilidades de que el plan de estímulo que propone para la economía salga adelante a la guerra en Afganistán, pasando por el dopaje en el béisbol.

Obama, que durante su campaña electoral se dijo dispuesto al diálogo con países enemigos, se mostró optimista al tratar sobre la relación con Irán, el país que fue la "bestia negra" de su predecesor, George W. Bush.

El presidente estadounidense expresó su creencia de que es posible mantener una "relación de respeto mutuo y progreso" con Irán y adelantó que, dentro de un proceso de la revisión de la política hacia la República Islámica, en los próximos meses se buscarán "aperturas" para una tentativa de diálogo.

"En los próximos meses buscaremos aperturas que se puedan crear donde podamos empezar a sentarnos ante una mesa, cara a cara; aperturas diplomáticas que nos permitirán mover nuestra política en una dirección nueva", afirmó.

Matizó que su país trazará "una serie de objetivos en estas conversaciones", entre ellos dejar claro a Irán que sus aspiraciones nucleares pueden crear una carrera de armamento atómico en la región o que es inaceptable su financiación de grupos radicales como Hizbulá o Hamás.

El presidente estadounidense también se mostró positivo acerca de una mayor colaboración con Rusia en el terreno de la no proliferación e indicó que ha hablado con el presidente Dmitri Medvédev acerca de la importancia de restablecer "las conversaciones sobre la reducción de arsenales nucleares" de ambos países.

De esta manera, aseguró: "Podemos ir juntos a tratar con otros países y comenzar a fortalecer los tratados anti-proliferación que, francamente, se han visto debilitados en los últimos años".

En Pakistán, Obama reconoció que el área fronteriza con Afganistán conocida como FATA (Áreas Tribales bajo Administración Federal) se ha convertido en refugio para los grupos terroristas, pero indicó que su enviado para la zona, Richard Holbrooke, le dirá a Islamabad que eso es intolerable para Estados Unidos y Pakistán.

En cualquier caso, insistió, no tolerará que la red terrorista Al Qaeda o su líder, Osama Bin Laden, encuentren refugio en la zona.

Admitió que la situación en Afganistán es complicada y dijo que tendrá que desarrollar allí una estrategia "inteligente y eficaz".

Durante su campaña a la presidencia, Obama prometió reforzar las tropas de Estados Unidos en Afganistán.

No descartó tampoco la posibilidad de investigar "casos claros" de torturas perpetrados contra los sospechosos de terrorismo durante el Gobierno anterior.

Si en el plano internacional el presidente estadounidense se mostró razonablemente optimista, en el plano de la economía pintó un cuadro tenebroso.

Obama, que desde su llegada al poder desarrolla una campaña cada vez más intensa en favor de un plan de estímulo económico dotado con más de 800.000 millones de dólares, aseguró que "no hacer nada, o demasiado poco, resultará en un déficit aún mayor y una mayor pérdida de empleos, de ingresos y de confianza".

"Ese es un déficit que puede convertir una crisis en una catástrofe", advirtió, tras asegurar que el plan económico que el Senado votará este martes, creará o salvará entre tres y cuatro millones de empleos.

A su juicio, la culpa de la crisis económica la tienen los bancos por haber asumido riesgos "exorbitantes" con la compra de títulos de calidad dudosa.

La rueda de prensa del presidente sirvió para romper costumbres impuestas por su predecesor, quien prefería convocar a la prensa durante la mañana.

Por primera vez, por ejemplo, invitó a una pregunta a un periodista de un "blog", el progresista "Huffington Post". También llamó a Helen Thomas, la decana de los corresponsales de la Casa Blanca y a quien Bush tenía en la "lista negra" por sus preguntas incómodas para la administración.

Algo sí tuvo en común con su predecesor: su afición por el deporte, que le llevó a condenar, a preguntas de un periodista, el dopaje en el mundo del béisbol.