En un pleno lleno de tensión y constantes interrupciones por parte de militantes de la izquierda abertzale, la moción de censura que ha permitido que el nacionalista Julián Eizmendi reemplace a Iñaki Errazkin en la alcaldía ha contado con el apoyo de ocho ediles del PNV y uno de los dos de EA.
El otro representante de este partido ha votado en contra, al igual que los seis ediles de ANV, mientras que el único concejal de Aralar se ha abstenido.
ANV gobierna Azpeitia, feudo tradicional del PNV, desde las últimas elecciones municipales gracias a un pacto con EA y Aralar, formaciones que abandonaron el Gobierno municipal después de que los concejales de la izquierda abertzale no condenaran el asesinato de Uria.
EA no extenderá las mociones a otros ayuntamientos
El presidente de EA, Unai Ziarreta, ha afirmado que su partido "no extenderá" a otros ayuntamientos. Según ha dicho en conferencia de prensa en Bilbao, "las dinámicas municipales han llevado y llevarán en el futuro a EA a diferentes acuerdos entre formaciones, sea ANV, PNV o PSE-EE", pero ha precisado que "siempre con un compromiso firme y radical con los Derechos Humanos".
Ha añadido que "cuando se dé una conculcación de dichos Derechos y no haya una respuesta suficiente de ANV, como en Azpeitia", no obstaculizarán que la moción de censura salga adelante.
Ziarreta ha explicado la posición de su partido con el argumento de que presentar más mociones en otros ayuntamientos en los que también gobierna ANV "ahondaría en la exclusión de un sector político y social que tiene su importancia en nuestra sociedad, nos guste o no". "Desde la exclusión no se construye nada, jamás", ha puntualizado.
El respaldo de EA a la moción de Azpeitia ha suscitado cierto malestar en el PSE/EE, partido que cuestiona por qué algo que es factible en Azpeitia no fue posible en Arrasate, donde también gobierna ANV y fue asesinado el socialista Isaías Carrasco sin que los representantes de la izquierda abertzale condenaran el atentado.
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