La medida, según ha explicado el propio Zapatero en la clausura de la conferencia política que celebra el PSOE este fin de semana, tiene como objetivo estimular la economía y ayudar a las familias con rentas más bajas y con más dificultades.
El nuevo 'cheque' es sencillo. Todos los declarantes de IRPF verán reducidos 400 euros la cantidad que retiene Hacienda. El importe que se devuelva será igual para todos, sea cual sea su nivel de renta. Su coste para las arcas públicas será de unos 5.000 millones de euros.
De esta manera, el jefe del Ejecutivo consigue 'meterse en el bolsillo' a los conocidos como mileuristas, ya que, como él mismo ha asegurado, "a los que cobren menos les supondrá una gran ayuda", mientras que la devolución para los que más ganan y más pagan por este impuesto será "muy pequeña", y "no llegará al 1%".
La medida, calificada de "bien progresista" por el presidente, muestra, según Zapatero, "una economía bien gestionada en la que hemos ahorrado y que sabemos dirigir allí donde los ciudadanos lo necesite".