Rajoy pide a Zapatero que "disuelva el Parlamento y convoque elecciones"

INFORMATIVOS TELECINCO 14/07/2010 14:24

El problema no es España, sino el Gobierno y las políticas de José Luis Rodríguez Zapatero, que entran automática y directamente en conflicto con los intereses españoles. Mariano Rajoy ha querido transmitir en todo momento esta idea en su intervención en el Congreso de los Diputados. La postura del líder de la oposición conservadora es meridianamente clara y quizá más dura de la que exhibiera el año pasado: "Ya lo hicimos en el pasado y nuestra prioridad es obsesiva y persigue la creación de empleo. Hay una alternativa, por lo que la gente puede tener esperanza en otra forma de hacer las cosas".

Los últimos cambios erráticos en la política económica del Gobierno -la reforma laboral, planes de recorte del gasto público, congelación de las pensiones- han sido aprovechados por Rajoy para dejarlo en evidencia. El líder del PP ha asegurado al comenzar su discurso en el debate sobre el estado de la nación que él no ha cambiado sus recetas para afrontar la crisis, mientras que el jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, sí lo ha hecho, "de la noche al día y del negro al blanco".

Mariano Rajoy considera clave recuperar "la confianza de los inversores", un objetivo que se ve dificultado, más que por el tamaño de la deuda, "por su ritmo de crecimiento" y, por otro lado, "por las ocurrencias" de un Gobierno que carecería de una política económica, de "un paquete de medidas coherentes".

La "confusión" creada por estas últimas medidas harían descartable cualquier acuerdo y un cambio de ministros sería insuficiente: "¿De qué sirve cambiar la peana y conservar al Santo?" Con una enorme ovación por parte de los parlamentarios de su grupo, Mariano Rajoy ha pedido directamente lo que compañeros suyos y medios afines llevaban exigiendo claramente: "Usted no está en condiciones de Gobernar, el mejor favor que puede hacer a este país es disolver el Parlamento y convocar elecciones generales".

La contrarréplica del presidente: "Haga una moción de censura"

La respuesta del presidente del Gobierno, que probablemente se esperaba la agria petición del líder de la oposición, ha ido dirigida a identificar a la oposición conservadora con un partido poco preocupado por los intereses nacionales y solo pendiente de sus intereses. Zapatero ha criticado que el PP votara en contra de las medidas para acelerar la reducción del déficit público, aún sabiendo que si hubieran sido rechazadas, se habría provocado "una catástrofe para la economía española y europea".

Durante su turno de réplica al presidente del PP, Mariano Rajoy, Zapatero también advirtió de que si el Gobierno hubiera aprobado una bajada masiva de impuestos como proponía el PP, el resultado hubiera sido un "déficit insostenible".

Zapatero acusó a Rajoy de votar en contra del Real Decreto contra el déficit para que fuera rechazado e hiciera caer al Gobierno, "algo que no fue posible -dijo- gracias a la responsabilidad de los nacionalistas que otra vez dieron lecciones a quien presume de patriotismo".

"Durante todos estos años he hecho todo lo que creía que convenía a España mientras que usted lo único que ha hecho es hacer lo que le convenía a usted y a su partido".

El jefe del Ejecutivo ha recordado la campaña del PP en contra del Estatut, una campaña "anticatalanista" para el líder del PSOE. "Pero ahora no le interesa decir que España se rompe, ahora le interesa decir que la economía se hunde porque es lo que más les conviene a ustedes en este momento". Además el presidente ha querido responder al líder conservador respecto a lo llevado a cabo por el PP en la crisis de los años noventa: "A los desafíos de hoy no se les responde con las recetas del 96".

Estos intereses egoístas habrían llevado al Partido Popular a decir "no" ante lo que antaño hubiera dicho "sí": "Insisto en que nuestras líneas para salir de esta situación son la austeridad y las reformas. Todos los países de la Eurozona están de acuerdo en esto. Todos deberían actuar en consecuencia. Pero ustedes han venido pregonando reformas y ahora no las apoyan porque no les interesan las reformas, les interesan otras cosas".

El final del discurso del presidente es la inversión del mantra de Mariano Rajoy: el líder de la oposición representa intereses particulares, frente a los intereses nacionales encarnados por el "responsable" Gobierno en ejercicio: "Voy a tomar las decisiones que España necesite, aunque estas decisiones sean difíciles. Voy a seguir ese camino, cueste lo que cueste, y me cueste lo que me cueste".

Esta parte del debate está siendo sumamente bronca en el Congreso de los Diputados, con continuas llamadas al orden por parte del presidente de la Cámara Baja, José Bono. La principal razón del continuo rifirrafe es el cara a cara continuo entre presidente y líder de la oposición, que más que discutir sobre las reformas y las alternativas, han empleado la mayoría de su tiempo a espetarse mutuamente los errores cometidos en el pasado. En el momento más caliente de la discusión, Zapatero ha recordado al PP que tiene en sus manos el instrumento de la moción de censura, "para lo que necesita un programa de gobierno y los apoyos necesarios para aprobarlo".

Duran i Lleida y su 'moción de censura'

Duran i Lleida ha garantizado el "respeto" en su participación en el turno de réplicas. No obstante, el líder de CiU y UDC, como hiciera el año pasado, ha construido su discurso con la forma de una "moción de censura", aunque ha querido dejar claro que no cuenta con la oposición, todavía, como alternativa de Gobierno, más después de su oposición y recurso ante el Tribunal Constitucional del Estatuto de Cataluña.

"O España se acepta como es, o España no tiene futuro" , reflexiona en voz alta Duran. Lejos de un lenguaje independentista que, a juicio del líder convergente, se incrementa en Cataluña como consecuencia del fallo del Alto Tribunal, Duran Lleida se ha apoyado en un artículo publicado en 'La Vanguardia' por uno de los padres de la Constitución, Miquel Roca, titulado "España tiene un problema".

Duran, al igual que el presidente del Gobierno, ha hecho un recorrido por la "campaña anticatalanista" del PP a lo largo de la legislatura anterior: la recogida de firmas contra el Estatut, las "cuñas" en la radio puestas por el PP andaluz, los artículos ante el Constitucional no recurridos en el Estatuto de Andalucía, etc". "No es lo mismo la postura del PP que la postura de un Gobierno que es el que ha aprobado el Estatut".

No obstante, el portavoz parlamentario de CiU ha acusado al Gobierno de "comprar a peso" la sentencia del Constitucional. Una sentencia que habría llevado a un aumento rampante del independentismo en la sociedad catalana. "Si siguen tratando igual a Cataluña, se seguirá extendiendo la idea de que la independencia es la solución. La sentencia ha sido el acto más separador de los últimos 35 años".

"Se acabó", concluye Duran i Lleida, en referencia al "proyecto" del presidente del Gobierno: "Su tiempo está agotado" aunque queda pendiente llevar a cabo la "reforma laboral".