El estado de salud de Adolfo Suárez "no reviste gravedad", según fuentes de su familia. Los médicos están aprovechando para hacerle al ex presidente un chequeo rutinario.
Adolfo Suárez, quien el pasado 25 de septiembre cumplió 77 años, se levantó el jueves por la mañana con un leve catarro, con flemas, aunque sin fiebre. El médico de la familia decidió que ingresara en la clínica en la que le tratan habitualmente para atenderle y de paso hacerle una revisión general.
Hace casi un año, en febrero de 2009, el ex jefe del Ejecutivo fue también ingresado en una clínica de Madrid para ser tratado de una afección pulmonar. Fue dado de alta una semana después. Además de tratar esa afección, los médicos aprovecharon esa ocasión para realizarle unas pruebas rutinarias de control, cuyos parámetros se encontraban dentro de la normalidad en un hombre de su edad.
El ex presidente del Gobierno sufre una enfermedad neuronal degenerativa. Su hijo, Adolfo Suárez Illana, reconoció públicamente en 2005 que debido a la enfermedad su padre ya no recordaba que había sido jefe del Ejecutivo y fundador de UCD.
"Ya no recuerda quién fue, aunque se muestra participativo a las muestras de cariño que le ofrecemos, interviene en algunas conversaciones con nosotros y sobre todo con sus nietos. Responde a los estímulos del cariño", dijo entonces su hijo.
La familia de Adolfo Suárez ha añadido que ofrecerá información sobre la evolución de la salud del ex presidente del Gobierno.