Torrijos destaca la ampliación del Canal en su discurso de despedida

AGENCIA EFE 30/06/2009 00:00

En el último discurso de su mandato, Torrijos, que mañana entregará el mando al opositor Martinelli, un empresario de 57 años ganador de las elecciones del 3 de mayo, reconoció que aún quedan muchas tareas por hacer.

"No pretendo describir un país idealizado y sin problemas. Todavía quedan muchos retos por delante, que Gobiernos sucesivos, comenzando mañana, tendrán que afrontar", reconoció el mandatario, del Partido Revolucionario Democrático (PRD).

Según él, la Administración de Martinelli "contará con los recursos necesarios" para hacer frente a los retos gracias a la ampliación de la vía interoceánica, refrendada por los panameños en un referéndum, y añadió: "de manera que se convierta en el eje sobre el cual gire nuestro desarrollo futuro".

Aseguró que el nuevo Gobierno contará también "con una hoja de ruta, un camino trazado, no por el Gobierno que hoy termina, sino por toda la sociedad y por la gran concertación nacional".

Tras sus cinco años de Gobierno (2004-2009), el hasta mañana presidente de Panamá afirmó haber "sentado las bases para construir un país diferente, un país que no tolera la discriminación ni la exclusión".

En ese sentido, destacó el programa social Red de Oportunidades, el programa de asistencia social del que se siente más orgulloso, con el que se ayudó a "las familias menos favorecidas a romper el ciclo de la pobreza".

También apuntó que su Administración permitió a las distintas comunidades decidir "cómo invertir" la parte de los ingresos que les correspondía de los recursos generados por el Canal.

Torrijos aseguró haber dejado un país "en que no hay cuentas del Estado que no estén abiertas al escrutinio público, donde la acción del Gobierno llega por igual a los grandes núcleos de población y las comarcas indígenas largamente olvidadas".

En los asuntos exteriores, subrayó que la comunidad internacional "mira con respeto" a Panamá, y en el plano económico afirmó que "miles salen de la pobreza todos los años" y que el país centroamericano registra el crecimiento más alto de la región.

A pesar de que el PIB de 2008 creció a un ritmo del 9 por ciento, analistas políticos consideran que en las áreas más relevantes para luchar contra la pobreza, como son la salud y la educación, el Gobierno fracasó.

El presidente saliente de Panamá aprovechó el último discurso de su legislatura para desear "el mejor de los éxitos" a su sucesor.

"Dentro de algunas horas, un nuevo presidente será juramentado y otros diputados ocuparán las curules (escaños) de está cámara. Esa es la cautivante belleza de la democracia, los poderes públicos se renuevan sin traumas de acuerdo con lo que el electorado haya dispuesto en las urnas", apuntó Torrijos.

"Por todo ello, es que puedo decir hoy con la cabeza erguida y sin dubitaciones que dejamos un país en marcha", remarcó Torrijos en su último discurso como presidente de la República de Panamá, antes de dirigirse al Palacio presidencial de las Garzas para bajar las escalinatas y despedirse de sus seguidores.

Un día antes de que finalizara su mandato, miembros de organizaciones populares, sindicales, grupos estudiantiles y educadores dieron su "último adiós de repudio" al presidente panameño al que tildaron de "fracasado", por no cumplir con su promesa de combatir la pobreza, el desempleo y la corrupción.

Uno de los momentos más negros de su Presidencia fue el envenenamiento masivo por la distribución de un medicamento contaminado con una sustancia no apta para el consumo humano por parte del sistema de sanidad pública que en 2006 causó la muerte de más de cien personas.

A consideración de sus críticos, Torrijos no pudo con los problemas de inseguridad, corrupción, y el desbarajuste del transporte público, la salud y del sistema educativo, temas que le tocará intentar resolver a su sucesor, Ricardo Martinelli.

El presidente electo, Ricardo Martinelli, asumirá la Presidencia mañana para el período legislativo 2009-2013, tras ganar las elecciones generales del 3 de mayo con cerca de un 60% de votos, en una ceremonia a la que asistirá el príncipe Felipe, heredero de la Corona española, y una decena de jefes de Estado.