De una forma inesperada, la negociación de la financiación catalana ha tenido un gran protagonismo en la inauguración de la nueva terminal del Aeropuerto de Barcelona, la T-1, en la que Zapatero ha asumido importantes compromisos ante la clase política y empresarial de Cataluña.
"Alta Velocidad, Cercanías y su traspaso, un nuevo Prat, en poco tiempo la descentralización (del modelo aeroportuario), y ahora, president, la financiación, que colmará las necesidades de Cataluña", ha afirmado Zapatero dirigiéndose al jefe del ejecutivo catalán, José Montilla, ante el que ha asegurado que "por primera vez Cataluña tendrá una financiación per cápita por encima de la media del conjunto de España".
Posteriormente, en una conversación informal con periodistas, Zapatero ha señalado que la nueva financiación autonómica es una cuestión de "días o semanas, de una o dos semanas", por lo que apuesta por que antes del 15 de julio se pueda cerrar el pacto con la Generalitat, lo que incluso podría ser a final de este mes.
Por su parte, Montilla ha admitido hoy que ha habido contactos con el Gobierno después de las elecciones europeas por la negociación del sistema de financiación autonómico entre la vicepresidenta económica, Elena Salgado, y el conseller Antoni Castells, de cara a un acuerdo que ve "en la recta final".
Montilla ha remarcado que las posturas entre Govern y Estado "están más próximas ahora que hace un mes o que hace tres meses", aunque todavía "no lo suficiente" como para alcanzar el pacto.
Desde el departamento de Economía de la Generalitat no han querido valorar las declaraciones de hoy de Zapatero ni dar ningún detalle sobre el transcurso de las negociaciones.
Las declaraciones de Rodríguez Zapatero han sido recibidas por las formaciones políticas catalanas, excepto el PSC, con una cierta desconfianza.
Los socios del PSC en el Govern, ERC e ICV-EUiA, han mostrado en el Parlament su hartazgo y cansancio de la "cantinela" del presidente del Gobierno, mientras que el PSC ha exhibido "confianza" en el jefe del Ejecutivo.
El presidente de ERC, Joan Puigcercós, ha afirmado que "la historia reciente" de negociaciones entre la Generalitat y el Gobierno español "lleva a pensar que no habrá acuerdo" de financiación autonómica para Cataluña, a pesar de que el Govern "trabajará" para conseguirlo.
El portavoz parlamentario de CiU, Oriol Pujol, ha acusado al presidente del Gobierno de "rifarse" a los ciudadanos de Cataluña con la nueva financiación.
Pujol se ha mostrado completamente escéptico con el "baile" de cifras y calendarios protagonizado por los socialistas, que han convertido las negociaciones en el "juego de los disparates".
Por su parte, la portavoz parlamentaria del PP de Cataluña, Dolors Montserrat, ha marcado distancias con el ex presidente del Gobierno José María Aznar y ha dicho que Cataluña necesita imperiosamente una nueva financiación ya que la crisis le ha afectado "mucho más" que a otras comunidades autónomas.
Después de que Aznar mostrase sus reservas sobre el nuevo modelo de financiación que prepara el Gobierno español con las comunidades autónomas y alertase la semana pasada en Barcelona de que Cataluña y Madrid serán "las más perjudicadas" por el hecho de que el Gobierno socialista recurra al endeudamiento, hoy Montserrat ha defendido el "criterio" del PPC sobre financiación.
"El señor Aznar puede decir lo que él crea oportuno y siempre por mi parte será respetado. Pero es evidente que los tiempos pasan, las necesidades son diferentes en cada momento y en Cataluña se ha producido un cambio enorme, no sólo en el crecimiento, sino incluso en la situación económica de crisis, que ha afectado mucho más a Cataluña que a otras comunidades autónomas", ha recalcado.