El letrado ha manifestado que su patrocinada nunca pidió tener tarjeta de Aizoon -empresa que se habría nutrido de los fondos presuntamente irregulares obtenidos por el Instituto Nóos-, sino que fue "un ofrecimiento comercial del banco, tal y como explicó Iñaki Urdangarin, quien explicó que la custodiaba él y que nunca fue usada por su esposa".
En este sentido, Molins ha aseverado que sólo consta en la causa una decena de cargos "en el dilatadísimo periodo de siete años" y por importes mínimos.