La Fiscalía General del Estado advierte en su Memoria correspondiente al año 2011 de la "dificultad" para actuar penalmente contra la organización terrorista Resistencia Galega porque sus miembros actúan de "forma aislada y exteriormente individualizada", lo que da apariencia de "desestructuración" al colectivo que "da cobertura a sus acciones violentas".
El colectivo independentista gallego, que cometió un total de siete atentados durante el año pasado, no es "una organización al uso en la que se visualizan claramente sus estructuras de dirección, ejecución, captación o financiación" sino que, según la Fiscalía, lleva a cabo una actuación "solapada" con acciones terroristas "conscientemente aisladas en el tiempo y en el espacio".
Sin embargo, el departamento dirigido por Eduardo Torres-Dulce advierte de la existencia de un "cierto nivel organizativo" en la dirección, planeamiento y ejecución de las acciones violentas cometidas por "elementos radicales" de este grupo, que tiene como objetivos mantener la "lucha armada" para lograr "la independencia de Galicia" y un proceso de "liberación nacional".
SIETE ATENTADOS EN 2011
En 2011 Resistencia Galega llevó a cabo un total de siete atentados, todos ellos sin víctimas y dirigidos a atacar las sedes de partidos políticos nacionales como el PP y el PSOE, entidades bancarias, empresas constructoras e inmobiliarias, obras públicas, medios de comunicación y cualquier persona que consideren "enemigo del pueblo".
El Ministerio Público, que ha nombrado a un fiscal de la Audiencia Nacional como coordinador para centralizar las investigaciones contra sus miembros, destaca que el 3 de octubre de 2011 Resistencia Galega dictó un manifiesto que retomaba las reivindicaciones realizadas en 2005 y apostaba por mantener "la lucha violenta como único medio para lograr sus reivindicaciones soberanistas".
Entre las pretensiones de este colectivo se encuentran, según se recoge en la Memoria, "el reintegracionismo con una parte de Portugal como territorio de la 'nación gallega'", el establecimiento de unas señas de identidad gallega y la defensa de la tierra y del medio ambiente".
DESAPARICIÓN DE LOS GRAPO
Además, la Memoria constata que durante el último ejercicio los Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre (GRAPO) no perpetraron ninguna acción terrorista y ninguno de sus miembros fue detenido, lo que lleva a apostar por "la casi definitiva erradicación y desaparición de esta organización terrorista".