El niño británico Ashya King celebrará el día 13 en Marbella su recuperación del tumor cerebral que padecía

EUROPA PRESS 03/06/2015 19:21

El pequeño fue trasladado al país centroeuropeo por recomendación del director del Hospital Internacional Marbella High Care, el doctor Hernán Cortés Funes, que sugirió a sus padres un tratamiento de radioterapia con haz de protones, un método no invasivo.

Precisamente, desde el Hospital Internacional High Care han precisado en un comunicado que el tratamiento con haz de protones es el más puntero que existe en oncología pediátrica, dado que ataca a las células cancerosas con precisión sin afectar al tejido sano circundante ni a otras áreas críticas u órganos vitales. Paralelamente, reduce el riesgo de efectos secundarios.

Con motivo de esta recuperación, la asociación Por Una Sonrisa ha organizado una fiesta en la que, además de Ashya, participarán otros 14 niños con cáncer.

Así, en el encuentro estarán presentes los padres del pequeño Ashya, Brett y Naghemeh King, junto con las familias del resto de niños. Además, les acompañarán la presidenta de la asociación Por una Sonrisa, Eva Ledesma, y el doctor Hernán Cortés Funes, que explicará los beneficios de esta tecnología.

La historia de Ashya generó gran expectación mediática tras la detención el pasado mes de agosto de sus padres, en cumplimiento de una reclamación de las autoridades británicas, después de que se lo llevaran de un hospital de Southampton, en el sur de Inglaterra, y de que fueran localizados, junto al pequeño y sus cuatro hermanos, en un hostal de Vélez-Málaga (Málaga).

Finalmente, tras ser puestos a disposición de la Audiencia Nacional, todos los cargos fueron retirados y quedaron en libertad. Ashya estuvo ingresado en el Materno Infantil de Málaga hasta que a principios de septiembre fue trasladado a un hospital de la capital de la República Checa para recibir este tratamiento con protones.

Un traslado que fue posible después de que la Alta Corte Británica autorizase el 5 de septiembre el cambio de clínica, que hasta ese momento no se podía hacer debido a que la tutela del niño estaba en manos de un juzgado británico.