El Ministerio Público pide para cada uno de ellos penas de 486 años y medio de cárcel por un delito de asesinato terrorista, otros 25 en grado de tentativa, uno de estragos terroristas y un delito de uso de vehículo de motor ajeno.
Según su escrito de conclusiones provisionales, los tres procesados colocaron un coche-bomba en la calle Almirante Carrero Blanco de la localidad cántabra, frente al Patronato Militar 'Virgen del Puerto' para que hiciera explosión a la 1.00 de la madrugada.
Antes de la explosión, que mató al brigada y provocó heridas a otras seis personas, Daniel Pasto llamó a la central de la DYA en San Sebastián advirtiendo de la existencia del explosivo, que estaba compuesto por una mezcla de nitrato amónico y aluminio en polvo reforzada con exógeno. La onda explosiva alcanzó a Conde, que falleció poco después en un centro sanitario.
15 AÑOS DE CÁRCEL POR QUEMAR CAJERO
Por su parte, la Sección Cuarta de la Sala Penal juzgará esta semana a Ruben Navarro Fernández por incendiar un cajero automático del BBVA en Sestao (Vizcaya) en mayo de 2012, causando daños en la fachada, rótulo y cristal de la sucursal que ascendieron a 4.779 euros y en el cajero valorados en 10.516 euros.
La fiscal Rosana Lledó pide para el acusado 15 años de prisión por un delito de incendios terroristas al mantener que éste se dirigió, provisto de un bidón con gasolina, a un cajero automático en la madrugada del 1 de mayo del pasado año.
Tras prender fuego al cajero, que quedó totalmente destruido, los agentes de la Ertzaintza acudieron al lugar y sofocaron el incendio, evitando que las llamas se propagasen hasta los primeros pisos del edificio y evitando que los vecinos sufrieran sus consecuencias.