El obispo de Bilbao pide que "las necesarias reformas" no comprometan los servicios básicos como sanidad y educación

EUROPA PRESS 15/08/2012 12:26

El obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha reclamado que "las necesarias reformas" que se tienen que realizar en la actual situación de crisis económica, "no comprometan la garantía pública de servicios básicos", como la educación, sanidad, pensiones, asistencia a los ancianos y discapacitados, y protección de los desempleados. Asimismo, ha emplazado a instituciones, organizaciones y particulares que "se impliquen en la creación de empleo", pero "digno y justo", no "a cualquier precio".

En la homilía que ha pronunciado este miércoles a mediodía en la Basílica de Begoña de Bilbao, Iceta ha recordado, en el día de la celebración de la fiesta de la Asunción de la Virgen María, que "la mirada y el corazón de la diócesis quiere estar muy cerca de los que están sufriendo duramente estos tiempos de crisis".

Tras mostrar su "cercanía y preocupación" a los afectados por la situación económica, les ha ofrecido su ayuda, y ha agradecido a Cáritas, a instituciones diocesanas "y a tantos fieles que, sin desfallecer, comparten su tiempo y sus bienes con los que sufren", además de a los organismos públicos y privados, "y tantas personas de buena voluntad comprometidas en ayudar a quienes están padeciendo la crisis".

El prelado ha recordado que, en la última Carta pastoral de Cuaresma y Pascua, titulada 'Una economía al servicio de las personas', se examinaban los efectos, las causas y las raíces de la crisis.

"Evidenciábamos la crisis antropológica, ética y cultural que subyace a la crisis financiera, la carencia de reglas y control adecuados, los comportamientos carentes de ética y responsabilidad, el distanciamiento entre la economía financiera y la real, la búsqueda de lucro desproporcionado, la especulación incontrolada, la codicia, la corrupción, el derroche, la falta de previsión, el descontrol y negligencia en muchas decisiones y en organismos de supervisión", ha subrayado.

Por ello, realizó "un llamamiento a la conversión, la invitación a una reflexión profunda sobre las causas estructurales de la crisis", e invitó a mantener "la esperanza y a vivir de modo concreto la caridad en la Justicia, la participación, la compasión y la solidaridad".

DESEMPLEO

La homilía de este miércoles se ha centrado en el desempleo, "que se revela como una de las consecuencias más dramáticas de la situación actual, afecta gravemente a muchas familias, genera angustia y frustración y, sobre todo, es causa directa de exclusión social".

En este sentido, Mario Iceta ha considerado "particularmente alarmante el número creciente de familias en las que todos sus miembros están en paro y el también creciente paro juvenil, que amenaza el futuro de las personas y de la sociedad".

Por ello, ha considerado "imprescindible que todos, instituciones organizaciones y particulares, cada uno según su capacidad y responsabilidad social, se impliquen en la creación de empleo". "No se trata de crearlo a cualquier precio, sino de sentar las bases de un empleo sostenible, adecuado al presente, con proyección futura, y digno y justo en lo tocante a remuneración, garantías y descanso, incluido el descanso dominical", ha puntualizado.

A su juicio, es necesaroo que todos pongan "lo necesario" de su parte "para lograrlo". "El camino no es fácil, pero la gravedad del presente exige pasar de la confrontación a la cooperación decidida y generosa entre instituciones, empresas, trabajadores y agentes sociales, asumiendo los compromisos y sacrificios necesarios. El principio del logro del bien común debe guiar este camino", ha aseverado.

LA PROTECCIÓN SOCIAL

El prelado ha remarcado que, "en estos tiempos duros, no se puede abandonar el objetivo de una protección social adecuada". "No es admisible que los miembros más vulnerables de la sociedad sufran con mayor dureza las consecuencias de la crisis", ha indicado.

En este sentido, ha considerado que "las necesarias reformas no pueden comprometer la garantía pública de servicios básicos para la cohesión y la justicia social, tales como formación y educación, sanidad, pensiones, asistencia a la ancianidad y a la discapacidad, y protección de los desempleados".

"Para su sostenimiento, se hace imprescindible una fiscalidad justa, la persecución del fraude fiscal, la gestión honesta y transparente de los recursos públicos, así como el acceso y utilización responsable de estos recursos por parte de todos, evitando toda tentación de abuso o de fraude", ha añadido.

En su opinión, "parece un principio razonable que la estructura, dimensión y gasto de las administraciones se ajusten a las necesidades reales de la sociedad y a la prestación de servicios necesarios, administrados con rigor, responsabilidad y transparencia. Las medidas de contención del gasto deben estar bien justificadas y aplicarse de modo que no sean causa de desprotección de los más desfavorecidos, ni afecten a los elementos fundamentales que configuran el bien común".

"Al mismo tiempo, tales medidas deben ser acompañadas por acciones enérgicas de estímulo económico que sirvan para crear nuevas oportunidades de trabajo y reorientar la economía hacia su viabilidad y sostenibilidad futura", ha dicho.

DESHAUCIOS

Asimismo, ha señalado que los hogares en riesgo de desahucio "constituyen otra preocupación que precisa una solución urgente". "Es necesario encontrar caminos justos para que las familias que se asoman a un duro empobrecimiento no pierdan su casa, evitando que se vean abocadas a la exclusión y a sufrir un hondo sentimiento de desprotección", ha manifestado.

Para el Obispo de Bilbao, "son loables los esfuerzos de administraciones e instituciones para evitar esta situación y encontrar alternativas justas". "Estos esfuerzos deberían extenderse y profundizarse. Custodiemos y promovamos con decisión la familia como bien social de primer orden. Promovamos incentivos económicos, de vivienda y laborales para que los jóvenes puedan constituir nuevas familias. Procuremos la adecuada conciliación de la vida familiar y laboral. La familia se revela en estos tiempos como un recurso capital para sostener a las personas carentes de empleo", ha recordado.

INMIGRANTES

También ha recordado la situación de los inmigrantes y ha abogado por hacer "un esfuerzo recíproco y compartido de acogida e integración" y ha recordado que, con la crisis, "son precisamente ellos uno de los colectivos que acusan con mayor severidad la falta de empleo y el empobrecimiento".

Tras instar a que se busque "una solución justa a las situaciones de ilegalidad, ha apuntado que "la sensibilidad y humanidad que estos casos requieren deben conducir a prestar los servicios básicos que necesitan y a poner en marcha medidas de integración que los rescaten de situaciones injustas y los guíen en la senda de la equiparación en todos los aspectos con los demás ciudadanos".

Mario Iceta ha afirmado que "el modo en que nuestras economías están estructuradas permite movimientos de mercado no conformes a los principios éticos y gravemente lesivos del bien común" y ha dicho que "el mercado, sin ética, se pervierte" y se dan "con frecuencia intereses y movimientos fuertemente especuladores que precisan de clarificación y control".

Además, ha apostado por la educación integral como "pilar básico a reforzar", y ha subrayado "la dimensión trascendente y religiosa, que no debe quedar excluida del ámbito educativo".

También cree que "los signos reales de austeridad y moderación son especialmente necesarios en la actual situación". "Finalmente, tengamos presente que la solidaridad, la colaboración leal entre todos, la crítica constructiva, la escucha y el diálogo con el fin de alcanzar acuerdos, siempre cosechan mejores resultados que la confrontación y la ruptura", ha añadido.