Blasco dice que sus conversaciones con el cabecilla de la trama se reducían a poco más de un minuto al mes

EUROPA PRESS 09/01/2014 15:07

Durante la vista, a instancias del fiscal, la sala ha podido oír dos de las conversaciones y se ha leído la transcripción de un mensaje telefónico, comunicaciones de junio de 2011, mes en el que Blasco fue cesado como consejero. El exdirigente 'popular' ha resumido su punto de vista sobre las conversaciones que constan en el sumario: hay 66 conversaciones grabadas, cinco como consejero en el resto sin cargo gobierno valenciano; nueve son llamadas sin conversación y, del resto --más de 40 reales-- hay 22 conversaciones de las que, la de mayor duración, llega a los 22 segundos.

"La suma de la estrecha relación que quieren formular se reduce a un minuto cuarenta cinco segundos al mes", ha dicho antes de ser interrumpido por el fiscal, que ya no ha formulado más preguntas tras unas tres horas y media de interrogatorio. La vista se retomará a las 17.00 horas tras preguntar también la acusación popular.

Sobre una de las conversaciones, en la que supuestamente se alude a reunirse en una casa, el exconsejero ha resaltado que la transcripción de la charla --breve-- se realizó "de forma errónea" y se inventaron hechos porque "no se habla para nada" de una casa, lo que ha calificado de "grave".

"Yo no he estado nunca en la casa de Tauroni, quiero aprovechar para que el tribunal vea el rigor con el que se han hecho las transcripciones", ha dicho, momento en que ha sido cortado en su explicación por el fiscal, quien ha pedido escuchar una segunda conversación, de fecha 8 de junio, en la que Blasco señala en valenciano que se debe tener "tranquilidad" y dice al empresario que quiere acabar con él como "alcalde de Nueva York".

"Tranquilidad"; "sacrificios que tiene que hacer uno de aguantar el rollo"; "lo importante es resistir y mantener el tipo"; confía en que cualquier cambio "no produzca efectos no deseados", son algunas de las expresiones usadas, y le dice textualmente: "En fin...ya sabes que yo quiero acabar en compañía tuya de alcalde de Nueva York", antes de despedirle.

Preguntado por el fiscal por la razón por la que tranquiliza a Tauroni, Blasco ha explicado que en esa fecha estaba ya cesado de funciones y le habían llamado "centenares" de personas, entre ellos, responsables de ONGs que tenían proyectos en marcha interesándose por la situación. En todo caso, ha querido dejar constancia de que se trata de una charla mantenida con "tono distendido" y en la que no se mencionaron los expedientes de la Fundación Cyes.

"NO CONOZCO A SU FAMILIA"

Por ello, ha dicho que la conversación tiene "el valor que le quieran dar, absolutamente coloquial intrascendente, que se corresponde con las decenas que tuve cuando cesé como consejero" y que le transmitió tranquilidad porque la cooperación iba a incorporarse a otro departamento. Al respecto, ha preguntado si la intención de la pregunta del ministerio público era sobre la relación de amistad -ésa es la intención, le ha replicado el fiscal--, Blasco ha reiterado: "no conozco a su familia, no he salido a comer ni cenar, ni ha estado en mi casa particular ni yo en la suya".

Así, ha insistido en que se trata de una relación amistosa como la que puede tener con otras personas de la que no se desprende ninguna actuación ilícita "ni que vaya en beneficio de nada", para concluir que no es amigo personal.

En relación con el mensaje, remitido por Tauroni a Blasco el 21 de ese mes, el empresario le dice que de situaciones "peores" han salido y añade: "Coca-cola cuando puedas". Según el exconsejero, se trata de una conversación normal cuando alguien acaba de salir de un gobierno.