El fiscal pide 53 años para un Boixos Nois por liderar una banda que asaltaba a 'narcos'

EUROPA PRESS 07/09/2012 11:33

Según el escrito del fiscal, el grupo dirigido por el miembro del sector más radical de los Boixos Nois Mateo, para el que el fiscal pide la pena más alta, aparentaba en cada golpe un despliegue operativo policial con el uniforme de la Guardia Civil --chalecos reflectantes, placas insignia, carné profesionales, grilletes, guantes, entre otros-- y materiales propios de la policía judicial.

Formaba parte también el dirigente de los Casuals Antonio Torn Albarracín, 'Antoñito', al que el un juzgado de Vic acusó de estar implicado en amenazas de muerte al expresidente del FC Barcelona Joan Laporta, y Carlos Muñoz, 'Carlitos', condenado en 2008 por matar a navajazos a un joven a la salida de una discoteca de Sants en Barcelona.

En el caso del robo a 'narcos', la Fiscalía relata que cuando les informaban de la existencia, itinerario o almacenamiento de grandes cantidades de droga, simulaban su incautación, con lo que lograron obtener partidas considerables de estupefacientes, y pudo ocultar fácilmente las operaciones a causa de su sigilo y destreza, pero sobre todo, "por la marginalidad de sus víctimas", mercaderes y transportistas de droga.

Concretamente, en el juicio, que se celebrará este miércoles en la Audiencia de Barcelona, se les juzgará por operaciones realizadas en 2003 que resultaron fallidas porque los procesados fueron descubiertos a tiempo.

En una de ellas, la banda, liderada por Mateo, exguardia civil, capturó presuntamente en un restaurante de Cambrils (Tarrragona) a dos personas a las que atribuían una partida importante de anfetaminas de Holanda y les obligaron a subir en vehículos como si practicaran una detención incluso "con lectura de derechos", simulando que eran agentes.

Después les trasladaron a un descampado donde los hicieron pasar a otro coche y les dieron una paliza con "objetos contundentes" y, como no les revelaban la ubicación de la droga, les encañonaron una pistola en la boca jugando a la ruleta rusa: accionaban el gatillo sin que estuviera cargada.

También llegaron a cortarle por completo el segundo dedo de la mano diestra a uno de los hombres raptados y a robarle el reloj y el móvil pero, mientras se entretenían con éste, el segundo cautivo pudo huir del lugar.

SEGUNDA OPERACIÓN

En septiembre 2003 en un aparcamiento de Vic, algunos de los encausados --no todos miembros de la banda-- traspasaron en bolsas de basura varias cantidades de hachís, aunque un agente de los Mossos d'Esquadra se percató de sus movimientos.

Cuando la banda conoció por dónde iba a pasar el hachís, los interceptaron haciéndose pasar por la policía catalana con amenazas de muerte y aplicándoles descargas eléctricas en las piernas, describe el fiscal, si bien los Mossos pudieron arrestarles.

Durante el arresto uno de ellos se quitó la vida con una bala que le atravesó el paladar y le penetró el cerebro, y los otros intentaron evitar la detención identificándose falsamente como guardias civiles, lo que no se creyeron los Mossos.

Todo ello es constitutivo, según el fiscal, de delitos de asociación ilícita para delinquir; falsedad en documento oficial; detención ilegal con simulación de autoridad, delitos contra la integración moral; amenazas condicionales; lesiones con pérdida de miembro no principal; lesiones con uso de medio peligroso; faltas de hurto, daños mediante incendio; tenencia ilícita de armas; delitos contra la salud pública; conducción temeraria; y delito intentado de robo con fuerza.