Los plazos de la retirada fueron coordinados con los mandos militares de la OTAN, agregó Chacón en una comparecencia ante la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados, la cámara baja del Parlamento español en la que informó de los detalles del repliegue, cuyo anuncio el pasado marzo causó sorpresa y polémica en la Alianza Atlántica.
La ministra subrayó que la decisión de la retirada se tomó por "coherencia y responsabilidad" por el rechazo de España a contribuir al establecimiento de un estado independiente en Kosovo.
El regreso del contingente, integrado por 630 militares, ha sido ya coordinado con los mandos militares de la Alianza Atlántica y cuenta con "la comprensión y el respeto" de "todos los aliados", agregó Chacón.
Detalló que la retirada se hará entre "cuatro y seis meses" en tres fases -mayo, julio y septiembre-, acompasándola con el relevo de tropas que cubrirá el último cuatrimestre de la misión.
En la primera etapa, el contingente se reducirá entre un 15 y un 20 por ciento y seguirá cumpliendo las mismas tareas que ha venido acometiendo en el marco de la KFOR, que integran 16.000 militares pertenecientes a 33 países.
En la segunda, hasta finales de julio, se irá disminuyendo su disponibilidad operativa y aumentando las tareas logísticas del repliegue.
Una unidad reducida de apoyo será la encargada del cierre y la transferencia de las instalaciones de la base de Istok durante un período que se prolongará "desde agosto hasta, como muy tarde, fin de septiembre", agregó la ministra.
Chacón explicó que fue la necesidad de respetar el relevo que toca ahora en abril la que le llevó a anunciar el repliegue el pasado día 19 de marzo en la base de Istok.
El anuncio por sorpresa, durante la visita de Chacón a las tropas, causó una cascada de reacciones en la OTAN y en la Administración estadounidense, que se declararon "decepcionadas" por la decisión, aunque posteriormente, tras una visita de la ministra a la sede de la Alianza en Bruselas, se consideró aclarada la situación.
La proclamación unilateral de independencia de Kosovo es el origen del repliegue español, ya que España no la reconoce.
Los soldados españoles se desplegaron en Kosovo en junio de 1999 como parte de la misión de la KFOR, bajo la Resolución 1244 de la ONU que no contemplaba la independencia de la provincia, para la que preveía una "autonomía" dentro del Estado serbio.
Dicha Resolución puso fin a la guerra de Kosovo, en la que la Alianza Atlántica llevó a cabo una campaña de bombardeos aéreos contra objetivos serbios para detener la limpieza étnica puesta en marcha por el entonces líder de Serbia Slodoban Milosevic contra la mayoría de origen albanés.
La proclamación de independencia de Kosovo, el 17 de febrero de 2008, dividió a la comunidad internacional. 54 países la reconocieron, entre ellos Estados Unidos y la mayor parte de los países de la Unión Europea, pero otros muchos no, como es el caso de España, Rusia y China.
Según Chacón, el Gobierno español ha concedido a la OTAN un margen suficiente de más de un año para asumir el repliegue cuando otros países, como Francia o Polonia, han hecho lo mismo con "sólo dos o tres meses" de antelación.
También destacó las "fuertes reducciones de efectivos" de otros países, como Italia, Reino Unido, Canadá y Noruega, que equivaldrían a "un repliegue de facto" de la misión KFOR, que se puso en marcha con 50.000 soldados.