Casi la mitad de la población del país, de 6,3 millones de habitantes, está empadronada para renovar las autoridades de las alcaldías y las concejalías en 238 distritos, en la primera cita electoral desde el histórico triunfo de Lugo en las presidenciales del 20 de abril de 2008, al frente de una coalición de amplia base ideológica.
Ese triunfo puso fin a 61 años de Gobierno ininterrumpidos del Partido Colorado (conservador), que por su parte buscará reagrupar a sus fuerzas.
El Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA, de centroderecha), el principal de la coalición gobernante, ha cerrado alianzas con grupos progresistas del Gobierno, incluso con el opositor Partido Patria Querida (PPQ) para tratar de desplazar a los "colorados", quienes a pesar de haber sido apartados del poder se mantienen como primera fuerza electoral.
Esas nuevas alianzas devinieron en la renuncia del candidato a intendente del PLRA en la capital, Franklin Boccia, luego de perder ante el senador Miguel Carrisosa, del PPQ, en una encuesta realizada en 20.000 hogares asuncenos el 17 de octubre pasado.
La coalición oficialista buscará imponerse en Asunción, la principal baza electoral, al candidato "colorado", el diputado Arnaldo Samaniego, y al legislador Óscar Tuma, de la Unión Nacional de Ciudadano Éticos (Unace), tercera fuerza política del país, liderada por el general retirado Lino Oviedo.
La analista Milda Rivarola, quien vaticinó la posibilidad de un alto porcentaje de abstencionismo en estos comicios como lo habían reflejado las encuestas de intenciones de voto, dijo a Efe que las elecciones servirán para "observar si sigue el entusiasmo por el proceso electoral tras las votaciones de 2008 o si esto decayó".
Rivarola, que consideró "aburrida" la campaña, con pocas propuestas de los candidatos, indicó que "también servirá para ver qué tanto cambió el sistema partidario nacional después de la alternancia" producida hace dos años.
"Sobre todo se va a ver cuanto creció el PLRA, que fue oposición hasta el 2008 y que ahora cumple con su rol de agrupación gubernamental", señaló.
Consideró que será difícil realizar una medición sobre el posible afianzamiento de los movimientos minoritarios de izquierda que apoyan a Lugo debido a que éstos se presentan coaligados dentro del Frente Guazú (Amplio).
En cuanto al Partido Colorado, recordó será la primera cita electoral a la que acudirá "sin el aparato estatal" a su favor "ya la gran incógnita es si permanecen o cuánto caen".
Por su parte, el analista y sociólogo Bernardino Cano Radil expresó su desacuerdo con unas expresiones de Lugo, que esta semana opinó que las votaciones no influirán en el escenario que podría presentarse en 2013, cuando la coalición oficialista deberá pugnar por la retención del poder.
"Creo que esto influirá en los comicios de 2013. Aquí se va a evaluar la gestión de la izquierda, si creció o no, el mandatario es de ese signo, de una izquierda radical, veremos si crecen los grupos del presidente", dijo Cano Radil.
También recordó que "no es secreto que hay sectores 'liberales' excluidos en este Gobierno", en alusión a la fracción que lidera en en el PLRA el vicepresidente del país, Federico Franco, que mantiene desavenencias con el mandatario y alega que fueron marginados de cargos de preponderancia.
Con relación al Partido Colorado, expresó que esta agrupación "espera su recuperación electoral porque ya logró su recuperación institucional. Dio un paso muy importante para la unidad y que la espectativa podría ser ratificada con los votos en las urnas".
"La recuperación electoral es crucial para el 2013", destacó.
"Mi pronóstico es que el país va a quedar absolutamente bicolor, "colorados" y "liberales" (azules) porque no ha crecido la izquierda pese a tener a un presidente amigo. Esto incide muchísimo en la política, si no crece se estanca", acotó el analista.