Condenado a dos años y cinco meses de prisión el autor del disparo en la procesión de los Gitanos de Málaga

EUROPA PRESS 05/09/2012 12:01

El tribunal le aplica una atenuante de enajenación mental porque sufre un trastorno psicótico de tipo esquizofrénico. Según los hechos probados que relata la sentencia, sobre las 19:15 horas, el acusado le propinó un fuerte puñetazo en la cara a otro hombre, cuando ambos se encontraban en las puertas de la hermandad, lo que provocó que fuese increpado por los familiares del agredido.

Además, el imputado "con el propósito de amedrentar a los allí congregados y de alterar el orden público" cogió una pistola de aire comprimido, que tenía aspecto de ser un arma de fuego real y que llevaba escondida entre sus ropas, según ha publicado este miércoles el diario 'Málaga Hoy'.

El individuo, según la resolución, utilizó el arma para encañonar al hombre al que le había pegado y a los familiares, lo que provocó una gran "avalancha humana". Ante ello, "la multitud allí presente salió corriendo despavorida" produciéndose una avalancha que puso en peligro la integridad física de las personas agolpadas en el lugar, "sobre todo de los niños y mayores más vulnerables ante unos hechos de tal violencia y descontrol".

La Audiencia de Málaga, que ha ratificado una sentencia inicial impuesta por un juzgado de lo penal, recoge que los hechos fueron observados por agentes de la Policía, que vieron primero cómo se produjo el puñetazo en la cara "sin motivo alguno" y después cómo el acusado amedrentaba a las personas congregadas con un arma que "que parecía realmente una pistola de fuego".

Los policías "trataron de proteger a los fieles y seguidores de la cofradía" ayudándoles a entrar en el edificio para protegerlos de la avalancha, produciéndose momentos de "confusión y desorden" que el acusado aprovechó para fugarse.

No obstante, pudo ser localizado poco después en las inmediaciones. Además, la hermana del acusado entregó a la Policía una bolsa con la munición del arma utilizada.

El juez de lo penal le impuso al imputado una condena de dos años y un mes de prisión por el delito de amenazas, cuatro meses más de cárcel por el delito de desórdenes público y una pena de ocho días de localización permanente por una falta de lesiones relacionada con el puñetazo.

Pero la Audiencia de Málaga ha desestimado el recurso interpuesto por el acusado y ha confirmado la sentencia en su totalidad. No obstante, el tribunal advierte de que no aprecia "temeridad" en la apelación, de ahí que haya declarado de oficio las costas procesales.