Según los hechos probados, en julio de 2009, inició ante el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) un proceso de "incapacidad temporal" al que aportó informes médicos "completamente falaces" y que fueron confeccionados "por él mismo, haciendo constar como diagnóstico el padecimiento de un cáncer de colon en estadio inicial, unido a un síndrome de depresión por ansiedad".
Con todo ello, logró que el INSS le reconociera la "incapacidad" durante año y medio, "tiempo máximo permisible, pasando entonces a iniciarse el reconocimiento de una posible 'incapacidad permanente'".
De nuevo, el hombre redactó "por ordenador otra serie de documentos médicos falaces en donde insistía en padecer el proceso canceroso, documentos que, presentados al INSS" le permitieron lograr la 'incapacidad temporal' de 2009 a 2011 y la incapacidad permanente de 2011 a 2013. Por estos dos periodos logró pensiones por un importe total de 64.904,88 euros.
Toda vez que se detectó el fraude, el hombre reconoció los hechos y devolvió "la totalidad de la cantidad que había defraudado". Por conformidad con el acusado, la Audiencia le condena a seis meses de prisión y cuatro de multa por un delito de estafa y a once meses de cárcel y cuatro de multa por un delito continuado de falsedad.