La Audiencia de Barcelona ha condenado al expresidente de la empresa química La Seda Rafael Español a un año, 11 meses y 15 días de cárcel y a pagar una multa de más de 700.000 euros por saquear la entidad que dirigía entre 2000 y 2004, tal y como preveía el pacto de conformidad que alcanzaron las defensas con la Fiscalía y las otras acusaciones.
En la sentencia de la Sección 21 de la Audiencia de Barcelona, recogida por Europa Press, se condena al economista Antonio Comadrán, con quien Español cometió la apropiación indebida, a la misma pena de prisión y a una multa de más de un millón de euros.
La Fiscalía consintió en rebajar su petición de pena inicial a Español de 27 años y medio de prisión después de que éste pagara el fraude a Hacienda y parte del expolio a la compañía, al aplicar la atenuante de reparación de daño, así como la de dilaciones indebidas.
El tribunal considera probado que ambos decidieron "de común acuerdo y con la finalidad de obtener un beneficio económico, detraer importantes cantidades de dinero propiedad de la compañía presidida por el acusado Rafael Español".
Les atribuye un delito continuado de apropiación indebida, y respectivamente cuatro delitos contra la Hacienda Pública, aunque al no exceder la condena los dos años y no tener antecedentes, se prevé que no ingresen en prisión.
FACTURAS FALSAS
Para ello, se valieron de sociedades controladas por Comadrán --Management y Check Empresarial, ITG Intergroup y Fabricación de asientos para automóviles (Fasat)-- para emitir facturas por la venta de mercancías inexistentes o por la prestación de servicios inexistentes o cuyo valor real se había incrementado desmesuradamente, recoge la sentencia.
A través de este sistema de facturas falsas, Español y Comadrán lograron "desvalijar" entre los años 2000 y 2004 un total de 9,6 millones de euros.
Además, durante este periodo, los dos acusados realizaron una serie de operaciones mercantiles reales entre La Seda y las sociedades controladas por Comadrán en las que se acordó que la primera pagara "unos precios por adquisiciones de bienes y prestaciones de servicios claramente superiores a los precios de mercado", lo que causó un perjuicio a la empresa de 2,6 millones.
"BENEFICIOS SUCULENTOS"
Con estas operaciones, las empresas de Comadrán presentaron "beneficios realmente suculentos" por lo que, para evitar su tributación, se sirvieron de facturas falsas confeccionadas e introducidas en el tráfico jurídico por los también acusados Francisco C.R., Ana Maria C.V., Xavier L.O. y Salvador M.G., que han sido condenados en este caso a penas de siete meses de prisión y multa por delitos continuados de falsificación en documento mercantil.
Para menguar los beneficios que afloraban en estas sociedades, Comadrán también realizó "cuantiosísimos gastos personales, los cuáles no dudó en descontárselos como si se tratase de gastos relacionados con la actividad de la sociedad".
Además, al introducirse las facturas falsas en la contabilidad de La Seda, la compañía pudo deducirse el IVA consignado en las mismas al creer que correspondían a servicios reales, lo que causó un perjuicio a la Hacienda Pública "al ver reducida fraudulentamente la cuota del IVA".
Por ello, el tribunal condena a Rafael Español, Antonio Comadrán y a la compañía, como partícipe a título lucrativo, a indemnizar a Hacienda con un millón de euros por las cuotas defraudadas.