Con 32 votos a favor, uno en contra (del diputado de IU Gaspar Llamazares) y ninguna abstención, la Comisión de Defensa de la Cámara Baja ha dado el visto bueno a la petición de enviar un batallón de 450 militares para velar por la seguridad en las elecciones del 20 de agosto, 70 para proteger el aeropuerto internacional de Kabul y el resto para formar al Ejército afgano.
En su intervención, Chacón ha advertido de que la misión en Afganistán es "la más dura, compleja y arriesgada" de las Fuerzas Armadas y se desarrolla en un "escenario de gran riesgo".
En este sentido, ha dicho que la situación de seguridad en Herat y Qala e Naw, la zona de responsabilidad española en la provincia de Badghis, "no está exenta de riesgos" y que los informes indican que seguirá el aumento de la amenaza y un recrudecimiento de la violencia.
Ha cifrado en 44 millones el coste del envío del batallón, que comenzará a desplegarse en la primera quincena de julio, se ubicará en una zona entre Herat y Qala e Naw y actuará en "tercera línea", en apoyo de la policía y el ejército afgano
Tras afirmar que la seguridad de las tropas es una prioridad, Chacón ha informado de que en las próximas semanas se enviarán a la zona 33 vehículos blindados "Lince", con lo que los militares españoles contarán con un total de 93 nuevos vehículos.
Por otra parte, la ministra ha precisado que el 1 de octubre se enviarán 70 efectivos para gestionar la seguridad en el aeropuerto internacional de Kabul, con una duración de la misión de siete meses.
Chacón, en respuesta a los grupos parlamentarios, ha afirmado que España "no está en Afganistán ni por Bush, ni por Irak, ni por Obama", sino por la voluntad de los españoles.
También ha anunciado que el Gobierno español ultima con las autoridades de Colombia la incorporación de militares de ese país al contingente español.
Todos los grupos han mostrado su apoyo incondicional a la propuesta del Gobierno, salvo Llamazares, quien se ha opuesto porque asistimos, ha dicho, a "una escalada de la presencia de las tropas españolas en Afganistán" que no contribuye a la estabilidad del país, sino que fomenta aún más la violencia.
El portavoz de ERC-IU-ICV no sólo ha exigido que no se incrementen las tropas -cosa que se produce, ha dicho, cada poco tiempo y con distintas "excusas"-, sino que ha reclamado un calendario de retirada para acabar con la "ocupación" definitiva del país.
La portavoz del PP, Beatriz Rodríguez Salmones, ha mostrado su acuerdo con el nuevo envío, dado que no sólo se trata de ayudar a la población del país sino también de garantizar la estabilidad, muy vinculada a la seguridad del resto del mundo.
No obstante, ha reclamado a Defensa un mayor esfuerzo de información y documentación sobre la situación tanto en Afganistán como en Pakistán.
La diputada popular también ha expresado su preocupación por el equipamiento de los soldados, sobre todo en los vehículos, en un momento en el que la zona donde realizan la misión "se ha convertido en una zona de combate".
El diputado de CiU, Jordi Xuclà, ha apuntado que, no obstante, la opinión pública debería estar informada de los notables riesgos que corren las tropas en Afganistán, una vez que se ha incrementado el "hastío" de la población civil por la presencia de fuerzas internacionales, y ha pedido que se informe de los ataques que sufren aunque no se produzcan heridos.
Rosa Díez, en nombre del grupo mixto, ha coincidido con Xuclá al pedir que se dé información exhaustiva sobre los ataques, aunque sean leves, que sufren los militares españoles, para evaluar el riesgo al que están sometidos.
Desde el PNV, José Ramón Beloki ha destacado el objetivo del nuevo envío, velar por las elecciones que se van a celebrar, y ha considerado que hay que hacer ver la importancia de este nuevo paso hacia la democracia a los españoles que, según ha dicho, no siempre ven con buenos ojos la misión del Ejército en el país asiático.