El fiscal apunta al continuo cruce de facturas falsas en Nóos "para ocultar el drenaje de fondos públicos"

EUROPA PRESS 15/06/2016 10:57

Durante la exposición de su informe final en el juicio del caso Nóos, que prevé finalizar el próximo día 22, Horrach ha aludido al informe que al respecto entregó a la causa la Agencia Tributaria (AEAT), que calcula en ocho millones de euros el importe total de las facturas que se cruzaron dentro del conglomerado empresarial de Nóos.

Más en concreto, Hacienda precisa que en 2004 la facturación que se efectuó entre las propias empresas de la trama por trabajos supuestamente fictios ascendió a 1,4 millones, mientras que en 2005 fue de 2,1 millones; en 2006 de 2,2; en 2007 de 1,7 y en 2008 de 412.225 euros.

El dictamen destaca cómo "con mucha frecuencia" las facturas se emitían bajo conceptos "extremadamente genéricos o imprecisos", la mayoría de ellas tenían importes "redondos" al tiempo que se han verificado, además, duplicidades respecto a proveedores externos del conglomerado empresarial, "incongruencias" así como "casos notorios de inexistencia del servicio pretendidamente prestado y, en el extremo, de falsificación material de la propia factura".

El fisco señala en este sentido, al igual que ha puesto de manifiesto Horrach, que las entidades que integraban el grupo devienen "meros instrumentos para drenar y distribuir los recursos obtenidos por medio de la marca Nóos entre sus dos propietarios y dirigentes, los imputados señores Torres y Urdangarin". De hecho, la AEAT llega a aludir a la trama como un "puro andamiaje jurídico formal".

En lo que al sistema de reparto entre los socios se refiere, Hacienda señala que entre 2004 y 2005, bajo la presidencia de Urdangarin, las facturas que recibieron el Instituto Nóos y Nóos Consultoría de las demás entidades del conglomerado ascienden aproximadamente a una tercera parte del total de ingresos obtenidas por ambas. Ese tercio, a su vez, se repartía al 50 por ciento entre el exduque, a través de la mercantil que comparte con la Infanta Cristina -Aizoon- y su exsocio a través de sus sociedades.

Un esquema que, según los inspectores de Hacienda, tuvo que adaptarse a la nueva situación originada por el "alejamiento" del exduque de los negocios con el sector público, y por tanto "su imposibilidad de facturar a Nóos como venía haciendo hasta aquel entonces". En efecto, indica, se constata que en ese año "se produce una escisión de las actividades prestadas hasta entonces por las entidades Nóos": por un lado "Aizoon (Urdangarin) y, por otro, las entidades Nóos (Torres)".