El debate sobre el Estado de la Nación corta la euforia posmundialista de Zapatero

INFORMATIVOS TELECINCO / AGENCIAS 13/07/2010 17:36

Zapatero acude al debate en su peor momento político. El abultado déficit público de España, que cerró el año pasado en un 11,2%, y la alta tasa de desempleo, superior al 20% en el primer trimestre, siguen estando en boca de todos. Por si fuera poco, España está a las puertas de una huelga general.

Sondeos desfavorables

La crisis económica y la gestión que de ella ha hecho le han pasado factura. Su popularidad ha caído en picado. Y su Partido Socialista (PSOE) se ha visto superado por el Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy en las encuestas que miden la intención de voto.

Este mismo martes, Según la encuesta, realizado por NC Report, de celebrarse hoy las elecciones los populares obtendrían el 45,22% de los votos, casi un 5% más de los que recibieron en las generales del 9 de marzo de 2008. un sondeo de La Razón situaba al PP a sólo entre uno y tres escaños de la mayoría absoluta.

Del balón al Parlamento

El presidente ya no podrá elogiar el "paradón" de Casillas ni loar la sencillez y clase de Andrés Iniesta, el autor del gol de la final. Frente a su bancada, la oposición en pleno ha afilado sus armas.

Algunos sectores sociales han llegado a acusar al Ejecutivo de querer usar el Mundial para distraer la atención de los problemas que acucian a España. Una de las asistentes a la recepción con la que el Gobierno honró a los 23 campeones y a Del Bosque, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, quiso alejar fantasmas y negó la mayor. "Nadie va a politizar" una Copa del Mundo, declaró.

Sin embargo, La Moncloa confía en que la victoria en el Mundial haga a España un país más atractivo para los visitantes extranjeros. Según datos de la Secretaría de Estado de Turismo, en 2006 cuando Italia ganó el título recibió un 12'4% más de visitantes, frente al 3'7% más de España. En 2005, en cambio, Italia estaba un 1'5% por debajo de nuestro país.

'Pitido inicial' a las 12

El discurso del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, programado para las 12 de mañana en el Congreso, dará el pistoletazo de salida al vigésimo primer Debate sobre el Estado de la Nación, el quinto que el líder socialista afronta como jefe del Ejecutivo y el que, a priori, se le presenta más complicado por la falta de apoyos a raíz de las medidas de ajuste por la crisis económica y de la polémica por la sentencia del Estatuto catalán.

Al igual que en años anteriores, Zapatero abrirá la sesión a las doce del mediodía, sin tiempo prefijado, tras lo cual los distintos portavoces parlamentarios emitirán una primera opinión del discurso del presidente, en el que no se esperan grandes anuncios dada la coyuntura económica y política. A partir de las cuatro de la tarde irán interviniendo los portavoces de los diferentes partidos con representación parlamentaria, de mayor a menor.

Duelo vespertino

Así, el primero en subir a la tribuna será el líder del principal partido de la oposición, Mariano Rajoy, que lo hará a las 16 horas y que por quinta vez se enfrenta a Zapatero en el banco azul en este tipo de debates.

De hecho, fuentes populares aventuran que Rajoy desea presentar una alternativa al Gobierno socialista.

Le seguirán Josep Antoni Duran i Lleida (CiU), Josu Erkoreka (PNV), Joan Ridao (ERC), Gaspar Llamazares (IU), Joan Herrera (ICV), Francisco Jorquera (BNG), Ana Oramas (CC), Rosa Díez (UPyD), Carlos Salvador (UPN) y Uxue Barkos (Nafarroa Bai). Cierra el 'desfile' la intervención del portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso.

Zapatero, que debatirá uno a uno con cada uno de ellos, podrá hacer uso de todo el tiempo que estime oportuno durante sus distintas intervenciones. No ocurrirá lo mismo con el resto de grupos de la oposición, cuyo tiempo sí está tasado: cada uno de ellos dispondrá de un máximo de 30 minutos para la primera de las intervenciones, 10 minutos para réplica y un tercer turno de unos cinco minutos.

Como no dará tiempo a que todos los partidos intervengan en esta primera jornada, la intención es interrumpir el debate de mañana a las nueve de la noche para reanudarlo al día siguiente, aunque aún falta por decidir en qué momento se cortará, decisión que adoptará mañana la Junta de Portavoces antes del inicio de la sesión plenaria. El año pasado se concluyó tras la intervención de los portavoces de ERC-IU-ICV, quedando el Grupo Mixto y el Socialista para el día siguiente.

Quince por grupo

La tercera jornada del Debate sobre el estado de la Nación, que se puso en marcha en septiembre de 1983 a instancias del entonces presidente Felipe González, tendrá lugar el día 20 por la tarde, cuando se expondrán y posteriormente se votarán las 90 propuestas de resolución de los seis grupos parlamentarios.

Cada uno de los grupos tendrá derecho a presentar, hasta las dos de la tarde del viernes, hasta 15 propuestas de resolución, a las que a su vez se podrán presentar enmiendas hasta las ocho de la tarde del día 19. En la sesión plenaria del día 20, cuyo orden del día se detallará el jueves en la Diputación Permanente del Congreso, intervendrán todos los grupos parlamentarios para presentar sus propuestas de resolución, para cuya defensa contarán con un turno de 15 minutos.