El anterior alcalde de San Sebastián, el socialista Odón Elorza, "colabora" en la elaboración del Plan de Convivencia que el lehendakari, Patxi López, presentará en el Pleno de Política General del Parlamento vasco -que se celebrará, probablemente, el próximo 29 de septiembre-, pero no mantiene ninguna vinculación contractual con el Gobierno vasco, según han informado a Europa Press fuentes del Ejecutivo autonómico.
Ante las especulaciones sobre que Elorza podría haber sido contratado como "asesor" del lehendakari para elaborar el Plan, el Gabinete de Patxi López ha apuntado que el ex primer edil donostiarra es un colaborador entre las numerosas personas que realizan aportaciones a este proyecto.
Las mismas fuentes han recordado que esta iniciativa pretende analizar cómo se pueden "restañar" las heridas "y las secuelas" que han dejado en la sociedad vasca "tantos años de terrorismo". Para ello, López realizará unas propuestas concretas.
El Gobierno vasco considera que "ya se está palpando el final de la violencia" y se trata de "echarle el cierre" para afrontar la tarea de la convivencia. El documento pretende, además, hacer un relato "real" de lo que ha supuesto ETA para Euskadi durante toda la existencia de la organización terrorista, "sin tergiversaciones interesadas", con el fin de que "los derrotados no sean los que, finalmente, rescriban la historia del final de ETA como una victoria a sus tesis".
Con ello, el lehendakari pretende evitar que, en el futuro, se pueda reproducir la violencia. De esta forma, el Plan de Convivencia destacará que, al final, el terrorismo ha tenido que "doblegarse" y aceptar las reglas democráticas y el cumplimiento de la Ley.
Desde la convicción de que han sido los principios y las instituciones democráticas las que han "triunfado" sobre el terrorismo, el documento de Patxi López quiere evitar que ETA o la izquierda abertzale puedan eludir su responsabilidad de reconocer el daño causado y cree que deben ser los partidos, junto con la sociedad vasca, quienes busquen el camino hacia la paz definitiva.
El Ejecutivo quiere, en estos momentos en los que, a su juicio, "se toca con los dedos el final" de la banda, que se construyan "los cimientos" para abordar un nuevo escenario desde la memoria de las víctimas del terrorismo.